La historia de los monstruos de Universal en el cine - Paloma & Nacho

La historia de los monstruos de Universal en el cine

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Este fin de semana, estrena El hombre invisible, un remake (o mejor dicho, reboot) que continúa con un linaje de obras que desde hace casi 100 años revolucionaron para siempre la historia del cine: las películas de monstruos de Universal.

Drácula, Frankenstein, El hombre lobo, la Criatura de la Laguna Negramonstruos que marcaron a Hollywood y que sembraron en el colectivo popular cómo debían verse estos personajes que eran mezcla entre parafernalia del cine y folklore.

En esta nueva cinta, protagonizada por Elisabeth Moss, se aleja tanto de sus predecesoras (la original de 1933 y el extraño remake con Kevin Bacon de 2000), al presentar un thriller de abuso matrimonial moderno. 

Con esta película se pretende que otra vez los monstruos de Universal retomen su lugar de privilegio dentro del género de terror; pero para conocer su relevancia, realizamos un recorrido por su historia y evolución.

Un poco de monstruosa historia

Después de la Primera Guerra Mundial, los jóvenes artistas que sobrevivieron al conflicto bélico generaron uno de los movimientos culturales más relevantes de la humanidad: las corrientes de vanguardia o los ismos. 

Pintores, escritores, fotógrafos y cineastas catapultaron su ansiedad por un mundo desquebrajado a través de distintas miradas, algunas lúgubres, otras melancólicas: dadaísmo, cubismo, surrealismo y en Alemania, particularmente, el expresionismo.

Esta corriente encontró en el cine su mayor canal de comunicación, gracias a cintas protagonizadas por seres sobrenaturales y atormentados, además de una estética repleta de claroscuros y paisajes sombríos. El éxito de estas obras germanas se catapultó por todo el mundo y evidentemente la incipiente industria del cine de Estados Unidos miró a través del Atlántico y posó su mirada en directores como F.W. Murnau, Fritz Lang o Robert Weine.

Por aquella época, uno de los nóveles estudios de Hollywood, Universal Pictures, se inspiró en estas criaturas alemanas para crear filmes de horror basado en obras literarias. Fue así que inicios de los años 20, Universal produjo dos éxitos de taquilla: El jorobado de Notre Dame y El fantasma de la ópera.

Y así inició esta historia.

La Era Dorada

Tras el nacimiento del cine sonoro, Universal retomó en 1931 sus cintas protagonizadas por estos villanos literarios, gracias a la adaptación oficial de la novela de Bram Stoker, Drácula. Este filme se transformó en un clásico gracias al legado de Bela Lugosi como el Conde y su voz, capa, ademanes y tono de voz transformaron convirtieron a los vampiros en un ícono de la cultura pop.

El éxito de Drácula cimentó la génesis de otro monstruo entrañable que surgió en el siglo XIX de la imaginación de Mary Shelley: Frankenstein.

Boris Karloff fue en el encargado de darle vida a la criatura abominable, incomprendida e infantil de Dr. Viktor Frankenstein, en una de las mejores películas de terror de toda la historia.

En los siguientes años, Universal sería responsable de encarnar a otras tres figuras mitológicas dentro del espectro de monstruos fílmicos: La momia, el Hombre lobo y por supuesto, el Hombre invisible.

En los años 40, Universal siguió llenando sus arcas gracias a secuelas, crossovers (sí, algo así como las películas de Marvel de sus abuelos: Frankenstein Meets The Wolf Man).

La decadencia y los primeros remakes

Todas las tendencias poseen una curvatura de popularidad y de olvido. Universal, después de la Segunda Guerra Mundial y tras la inminente Guerra Fría, comenzó a sufrir éxitos de taquilla debido a un público que exigía nuevas formas de horror y fantasía. 

El boom del sci-fi en la cultura audiovisual y el surgimiento de la televisión (donde shows televisivos de terror generaban cada vez más adeptos) fueron dos causas que propiciaron la declive de los monstruos de Universal

Tuvieron que pasar más de cuarenta años para que una vez más, un personaje maligno no sólo se convirtiera en blockbuster, también en un referente del cine popular. 

En 1999, Stephen Sommers, un director con poca experiencia en proyectos de alto calibre, se dio a la tarea de actualizar y mejorar una franquicia antiquísima: La momia. Gracias al carisma de sus protagonistas, una joven Rachel Weisz y Brendan Fraser, como una especie de Indiana Jones;  efectos especiales revolucionarios para la época (y que hoy lucen obsoletos); y sobre todo, la mutación del terror al cine de aventuras y acción, esta nueva Momia reinventó los monstruos de Universal.

La momia fue una franquicia de tres películas taquilleras y abrió las puertas para el estreno de Van Helsing, estelarizada por Hugh Jackman como el famoso cazavampiros, y El hombre lobo, una versión con mejores FX del licántropo que azotaba Londres con Benicio del Toro.

Parecía que se asomaba una nueva era en el cine de terror.

El fracaso del Dark Universe y el futuro

En 2014 Universal anunció la formación del Dark Universe, una serie de películas de los monstruos clásicos interconectadas como había ocurrido en los 1930. Sin embargo, dos estrepitosos fracasos de taquilla y crítica: Drácula: la leyenda jamás contada y La momia, sirvieron para hundir el proyecto y condenarlo al olvido. 

Sin embargo, se tienen planeado nuevos reboots de estas criaturas terroríficas donde destacan Dark Army de Paul Feig (Damas en guerra) y La mujer invisible de Elizabeth Banks (Los Ángeles de Charlie).

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