“Tío Pancho” para los cuates morelianos.
Este martes el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM 2024) vivió uno de sus días más dorados e inolvidables gracias a la presencia de Francis Ford Coppola (a.k.a Tío Pancho, como el cineasta se autonombró en su visita a la capital michoacana), quien subió al escenario del esplendoroso Teatro Matamoros para recibir el Premio a la Excelencia Cinematográfica, develar una butaca con su nombre y presentar Megalópolis, su más reciente cinta que se estrenará el 24 de octubre bajo el sello de Cinépolis Distribución.
“Para el Festival de Morelia es un gran honor tenerlo aquí como invitado de honor de esta edición”.
“Por ser amigo de cineastas de todo tipo, maestros vanguardistas y héroes clásicos de la industria, pero sobre todo por ser amigo del cine mismo, entregamos el Premio a la Excelencia Artística a nuestro querido amigo Francis Ford Coppola”, pronunció Alejandro Ramírez, director general de Cinépolis, mientras el cineasta recibía una estremecedora ovación.
“Muchas gracias”, pronunció en español el director de El padrino, Drácula, Apocalipsis ahora y La conversación, quien regresó al inglés para continuar su discurso.
“Les doy el agradecimiento más profundo a todos ustedes. Todos amamos al cine por todo lo que nos provoca”.
“Pero les quiero decir que la pantalla no es la que tiene emociones, somos los seres humanos, los espectadores los que aportamos todas esas emociones a las películas”, expresó conmovido el cineasta, quien también se tomó unos minutos para presentar Megalópolis.
“Esta película está hecha con las emociones que he tenido durante toda mi vida. En ella está cada una de las películas que he realizado y cada uno de los directores que he admirado”.
“Vean esta película sin ninguna expectativa, simplemente déjense llevar por esta historia con la que pueden reír o pueden llorar. Les agradezco mucho y les doy la bienvenida a esta película”, agregó el cineasta, cuyas palabras fueron aplaudidas por los espectadores.
Unos segundos después, Alejandro Ramírez invitó al legendario cineasta a develar una butaca con su nombre que será colocada en la Sala 4 del Cinépolis Centro “para que siempre esté aquí con nosotros en Morelia”.
El momento fue celebrado por los afortunados espectadores que tuvieron la suerte de conocer a Francis Ford Coppola, y de ver antes que nadie Megalópolis, una de sus producciones más ambiciosas.
Todos los caminos llevan al cine
Previo a su homenaje, Francis Ford Coppola desfiló por la alfombra roja del Teatro Matamoros, que lució repleta de fanáticos que corearon el nombre del cineasta.
“Son maravillosos. Me gusta mucho el entusiasmo de la gente de Morelia”, expresó el cinco veces ganador del Oscar, quien se tomó unos minutos para charlar con los medios de comunicación.
¿Qué es lo mejor de ser director de cine?, se le preguntó.
“Que puedes crear un mundo, puedes llegar a verlo y puedes habitarlo. Y además puedes compartirlo con otras personas”, respondió Coppola, que también compartió algunos consejos para todos los que quieren hacer películas.
“Haz lo que amas. Solo haz películas que sean personales. No las hagas por ninguna otra razón más que porque las amas”, añadió.
Lecciones de cine… y vida
Por la mañana de este martes, Francis Ford Coppola ofreció una conferencia de prensa que rápidamente se transformó en un masterclass en el que compartió algunos conceptos cinematográficos y reflexionó sobre algunos episodios de su brillante carrera, con la que se ha convertido en uno de los más grandes creadores del séptimo arte.
En el encuentro participaron Daniel Michel, directora del FICM; Alejandro Ramírez, director general de Cinépolis y Hugo Villa, quien le entregó la Medalla de la Filmoteca de la UNAM en reconocimiento a su legado cinematográfico.
El realizador recordó que varias de sus películas fueron criticadas duramente y aseguró que solo hay un crítico que nunca se equivoca.
“En el pasado, mis películas no fueron consideradas grandes películas. El Padrino pasó eventualmente por un momento en el que pensé era el peor largometraje jamás hecho y que me iban a despedir, pero por suerte resultó un éxito”.
“Sólo hay un crítico que es importante y ese es la prueba del tiempo. Es él quien te dirá si es o no una gran película”.
También aprovechó la conversación para recordarle a todos los que quieren entrar en la industria audiovisual que el cine es un oficio, por lo que es la práctica la que forma al cineasta.
“Si lo haces muchas veces y lo mantienes, mejoras. Así es que si quieres ser un gran actor debes pararte frente a un gran audiencia muchas veces“.
El realizador aseguró que a pesar de tener 85 años, en sus planes no se encuentra el retiro. Una pregunta que Eleanor Coppola ,su esposa quien falleció recientemente, le hacía en repetidas ocasiones.
“Y la verdad es que no sé cómo la única forma de darle descanso a mi cerebro es inventar proyectos, así que voy a seguir contando historias hasta que, como si fuera un cepillo de dientes eléctrico, (la vida) se detenga”.
Añadió que su legado más importante no es su obra cinematográfica, sino sus hijos Sofia, Roman y Gian-Carlo, así como sus nietos y un bisnieto.
“Los nietos son los dividendos, pero los bisnietos son la inmortalidad en sí misma”.
Antes de despedirse, celebró las carreras de cineastas como Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y el “incomparable” Alfonso Cuarón, de quienes, aseguró, los mexicanos debemos sentirnos muy orgullosos y pidió que sus fanáticos lo llamarán con una variación en español de su nombre:
“Llámame Panchito, así quiero ser para todos mis fanáticos mexicanos, aunque sean muy jóvenes”, pronunció Ford Coppola, quien se despidió del escenario del Teatro Rubén Romero cantando unas estrofas en español del bolero “Solamente una vez” de Agustín Lara.
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