La colorida película sigue llamando la atención a casi 7 años de su estreno.
En los últimos años, Disney ha encontrado una mina de oro en adaptar sus clásicos animados a versiones live-action. Claro, no todas las películas han obtenido los mejores resultados, pero algunas se han convertido en parte de los éxitos más grandes del estudio. Tal fue el caso de La bella y la bestia, cinta que se convirtió en la segunda más taquillera de 2017, y le trajo a Disney una multa por uso ventajoso de cierta tecnología.
Hace algún tiempo, la compañía Rearden, especializada en efectos visuales y desarrollo de tecnología, demandó a Disney por hacer uso indebido de MOVA Contour, uno de sus softwares. Éste se usó en la post producción de La bella y la bestia para hacer el renderizado del rostro de la Bestia. Tal personaje se creó a base de efectos visuales y captura de movimiento. En ese apartado Disney (a través de otra empresa, Digital Domain) utilizó el ya mencionado software sin avisar o pagar a Rearden.
Al darse cuenta del uso ventajoso de su tecnología, la compañía demandó a la casa de Mickey Mouse. Inicialmente, la petición era de $38 millones de dólares (MDD), que vendrían de los beneficios generados por la película. De acuerdo con Deadline, el live-action de La bella y la bestia habría dado más de $414 MDD en ganancias para Disney. Si bien, las exigencias de Rearden podrían parecer mínimas para el tamaño del estudio, es importante recordar que éste se ha enfrentado a sendos fracasos en taquilla que derivaron en pérdidas millonarias.
Finalmente, las autoridades de Oakland, California, determinaron que Disney debía pagar casi $600 mil dólares de multa. De acuerdo con Reuters, $250 mil irán para reparar los daños. Otros $345 mil serían una indemnización, esa sí, salida de los beneficios de la película. La información fue confirmada por Steve Berman, representante legal de Rearden a lo largo del proceso.
Por su parte, un representante de Disney se mostró “satisfecho de que el jurado rechazara adecuadamente la solicitud de Rearden por $38 millones de dólares en ganancias”. Cabe mencionar que tan alta petición se debió a una peculiar idea de dueños de la empresa tecnológica. Según ellos, gran parte del éxito de la cinta se debió al uso de su software para los efectos visuales de la Bestia. Disney siempre alegó que Rearden no tenía los derechos del software mientras trabajaban en La bella y la bestia. Y que Digital Domain, compañía encargada de los efectos visuales en la cinta, realizó un correcto uso del mismo.
Curiosamente, no se trataba de la primera colaboración entre ambas empresas. Rearden trabajó con Disney en películas como Tron: El legado y Los Vengadores. Ambos proyectos utilizaron el software en disputa con anterioridad, y sin ningún problema. Tras el embarazoso proceso, todo indica que la relación laboral entre las compañías ha llegado a su fin.
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