Las sospechas están en al aire.
¿Es posible que un matrimonio de espías pueda mantenerse, y prosperar, en medio de mentiras y dudas morales dentro de su trabajo? Y si a eso le sumamos una presunta traición, tenemos los ingredientes para una pelea amorosa descomunal. De esto va Código negro, y aquí te compartimos su final explicado.
Esta película, escrita por el legendario David Koepp (La habitación del pánico, y Jurassic World: Rebirth), se centra en George Woodhouse (Michael Fassbender), un destacado agente de inteligencia británico, quien posee un talento extraordinario para desenmascarar a mentirosos. Sin embargo, su talento se pone a prueba cuando George intenta averiguar si su esposa espía, Kathryn (Cate Blanchett), traicionó a su país y, aún más importante, a su matrimonio.
—ALERTA DE SPOILERS.
¿Por qué “Código negro”?

El thriller de espionaje Código negro, dirigido por Steven Soderbergh, nos involucra en una red de engaños, en la que la lealtad se pone a prueba. A lo largo de la película seguimos a George Woodhouse en su audaz investigación para desenmascarar a un “topo”, un infiltrado en su agencia. El final, cargado de tensión, revela cómo este impecable agente llega a la verdad, y redefine las relaciones de los protagonistas.
El título de la película Código negro alude a las operaciones encubiertas que llevan a cabo miembros de la comunidad de inteligencia y espionaje. Según el Museo Internacional del Espionaje de Washington, D.C., una operación de “Black Bag” o “Bolsa Negra” se refiere a la “entrada secreta a un domicilio u oficina para robar o copiar material”,
La sospecha que fractura
George Woodhouse recibe la misión de descubrir quién está filtrando información clasificada. Sin embargo, el caso toma un giro personal cuando las sospechas recaen sobre su esposa, Kathryn, también agente de inteligencia en la misma agencia. La incertidumbre y el temor lo obligan a investigar en secreto, poniendo a prueba no sólo su profesionalismo, también su matrimonio.
Mientras revisa informes, interroga colegas y sigue pistas, cada indicio que vemos con junto con George parece apuntar a Kathryn como la culpable. El impecable agente ¿será más leal a su vocación, o a su esposa?
Una cena llena de tensión

Cuando parece que Kathryn es la responsable, una revelación cambia el rumbo de la historia.
Acercándose el final de la película, uno de los momentos más impactantes es una cena en la que George, Kathryn y otros agentes sostienen un duelo verbal cargado de insinuaciones.
Tan impecable como es George, con una estrategia calculada, empieza a lanzar declaraciones ambiguas para provocar reacciones en los presentes. Con las miradas y sus gestos discretos, las respuestas parecen calculadas y convierten la escena en un juego de ajedrez psicológico.
Final explicado: El verdadero traidor
El clímax llega con la impactante revelación de que el verdadero “topo” es el coronel James Stokes (Regé-Jean Page), un alto oficial de inteligencia. ¿Cómo sucedió?
Stokes orquestó la filtración de un arma cibernética, Severest, a operativos rusos con la intención de generar una crisis global y ganar influencia en el caos resultante. Su posición privilegiada le permitió manipular a las agencias de inteligencia, y así pudo ocultar su traición a plena vista.
En la cena, mientras los colegas de la agencia se sientan alrededor de la mesa del comedor de George y Kathryn, perfectamente preparada para emboscar al traidor, el agente usa sus excepcionales habilidades de observación e interrogatorio para obligar a Stokes a admitir que colaboró con su superior de división, Arthur Steiglitz (Pierce Brosnan), para liberar a escondidas al enemigo ruso: Severus.
Nadie se meta con su esposo

En esa emocionante cena, con la inminente amenaza de ser descubierto, Stokes agarra el arma que George dejó sobre la mesa e intenta dispararle. Pero el arma no está cargada, y Kathryn, siempre preparada, levanta su arma, completamente operativa, y le dispara a Stokes.
A principios de semana, Kathryn le dijo a George que estaría dispuesta a matar por él, y lo demostró en un abrir y cerrar de ojos. Mientras el resto de los agentes guardaban silencio, Kathryn les advirtió con firmeza: “¡No vuelvan a meter la pata con mi matrimonio!“.
De regreso a la oficina, Kathryn confronta a Steiglitz en el ascensor y le sugiere que se retire inmediatamente ya que ella y George saben exactamente lo que había planeado con Stokes para liberar a Severus.
Pacto silencioso
Más tarde, en casa, George y Kathryn, ya relajados, se reencuentran en su habitación para hablar de los últimos detalles de la investigación y reiterar su inquebrantable compromiso mutuo. Además, recuerdan que hay 7 millones de dólares sin contabilizar de la entrega de Severus, que sólo ellos conocen.
La respuesta fue clara, y la trama para llegar a ese descubrimiento es emocionante. Este desenlace reivindica la lealtad de un lazo admirable, y consagró la relación entre George y Kathryn, demostrando que su alianza es más fuerte que las dudas que los separaban.
Tras la muerte de Stokes, la pareja decide encubrir su participación y desaparecer la evidencia. Este también deshizo la desconfianza que distanciaba al matrimonio. Sin embargo, en el mundo del espionaje, el pasado nunca desaparece del todo. Su último intercambio de palabras insinúa que, aunque han ganado esta batalla, su trabajo podría traer otras amenazas en el futuro.
En una entrevista, el director Soderbergh sugirió que la historia de George y Kathryn podría continuar. Aunque han desenmascarado al traidor, el peligro persiste en las sombras. La posibilidad de una secuela deja abierta la puerta a nuevas intrigas y dilemas morales dentro del complejo mundo del espionaje. ¿O tú qué opinas? ¿Debería continuar la historia?
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