Matteo Garrone consigue relatar en Yo capitán una historia sobre la migración y la resiliencia que llega muy pronto a salas durante la temporada de premios.
Yo capitán es la profunda e introspectiva película italiana sobre la migración, de Matteo Garrone, nominada a mejor película internacional en los Oscar 2024. Aquí te damos cinco razones para que la disfrutes en pantalla grande en las salas de Cinépolis a partir del 7 de marzo.
Emotiva e ideal para reflexionar
Relata el viaje de dos adolescentes, Seydou y Moussa, que dejan su hogar en Dakar y emigran a Europa. En la cinta, nos percatamos de la difícil odisea que recorrerán al cruzar el desierto. Uno de los elementos más emotivos es cuando los protagonistas experimentan los horrores de ser detenidos en Libia. A través de viaje, reflexionarás en la resiliencia, la amistad y la fortaleza humana.
Es una mirada a la realidad migratoria
La historia de Yo capitán se centra en la travesía de dos inmigrantes africanos, desde su perspectiva, podrás conocer de cerca las vicisitudes que trae consigo la migración: desde el extenuante esfuerzo físico que implica, hasta la soledad que representa al dejar el lugar de origen en busca de un mundo mejor. Además, se adentra en la difícil situación en la que tienen que vivir las personas que migran cuando la otredad es indiferente e incluso hostil ante su situación.
Las actuaciones de Seydou Sarr y Moustapha Fall
Los protagonistas de esta historia son Seydou Sarr (Seydou) y Moustapha Fall (Moussa), dos actores que no contaban con experiencia en la pantalla grande. Y que, sin embargo, consiguen interpretar de forma entrañable la historia Mamadou Kouassi, sobreviviente que colaboró en el guión, y que atravesó por las mismas atrocidades que los personajes de Yo capitán.
Cinematografía inmersiva y cautivadora
Paolo Carnera, director de fotografía, realizó un trabajo tan delicado que la experiencia es inmersiva y belleza. A través de tomas abiertas en el desierto y travelling de los personajes en su viaje, hace de esta una película sumamente cautivadora. Su trabajo también reluce en los momentos de realismo mágico y las escenas sensibles desde la dura experiencia de los protagonistas, en el mar, arena y comunidades.
La sensibilidad del director
Es gracias a la particular mirada de Matteo Garrone que Yo capitán relata momentos de profunda solemnidad, tristeza e incluso dolor alternados con instantes de luminosidad y alegría. Aunque es agridulce su relato, la película consigue conmovernos y llevarnos a la reflexión sobre cómo influye en la vida el territorio en el que nacemos y las barreras geopolíticas que lo ciñen.
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