La realizadora de este título revela todo sobre el popular momento.
Desde su estreno, Babygirl: Deseo prohibido ha llamado la atención de muchos espectadores. Estos destacan la actuación de Nicole Kidman, su química con Harris Dickinson, e incluso el contenido erótico de la cinta. Sin embargo, hay otro detalle de Babygirl que no ha pasado desapercibido: la escena de la leche. El divertido momento ha generado todo tipo de conversaciones e interpretaciones en redes sociales, y ahora es Halina Reijn, directora de la cinta, quien revela cómo llegó a su mente.
En Babygirl: Deseo prohibido, Romy (interpretada por Nicole Kidman) es una ejecutiva que mantiene una relación extramarital con un joven practicante de la empresa en que trabaja. Durante una secuencia, ambos se encuentran dentro del mismo bar, pero en extremos diferentes. Él le envía un vaso de leche y ella acepta el reto, por lo que bebe el contenido de un solo trago. Cuando él sale del bar, la llama “chica buena”.
Aunque parece una escena digna de muchas fantasías, lo cierto es que ocurrió en la vida de la directora y guionista. Claro, todo tiene un significado ligeramente diferente en la cinta, pero las influencias reales están presentes.
“La leche es, por supuesto, un arquetipo. Lo hemos visto en otras películas. Es un gran símbolo de nuestros lados animales, me pasó a mí. Estaba tocando en el escenario en Bélgica, bajé del escenario, tuve una muy buena racha y pensé: ‘¡Dios mío!’. Me sentí muy bien conmigo misma. Todos mis colegas decían: ‘No, nos vamos a la cama”. Todos son aburridos. Estaba completamente sola. Fui a un bar y pedí un refresco porque no bebía en ese momento, era una fanática del control”.
Las cosas se pusieron interesantes, pues a diferencia de lo ocurrido en Babygirl, no fue un interno quien la observaba y le envió el vaso de leche, sino un popular y joven actor belga. Reijn prefirió no mencionar su nombre, pero aseguró que se trataba de alguien famoso.
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“Yo sabía de él. Pero nunca había hablado con él. Tenía al menos 15 años menos que yo y me pidió un vaso de leche. Pensé que era algo increíble, atractivo y muy valiente, así que quise recompensarlo bebiéndolo todo, y lo hice. Para ser honesta, me dio un poco de náuseas porque era leche de vaca. Fue en el pasado”, dijo.
El término “chica buena” fue algo que la directora añadió. En realidad, ella deseaba que el actor con quien se encontró la llamara así. El impacto sigue presente hasta nuestros días, y por ello decidió agregarlo en esta historia de romance prohibido. Lejos de cualquier desnudo y encuentro íntimo entre los protagonistas, la escena de la leche ha servido para demostrar hasta dónde pueden llegar los protagonistas. Y para Halina Reijn, la misión se cumplió en todo sentido.
“Ni siquiera hubo contacto. Eso es lo que me fascina del sexo. Para mí, el sexo real e impactante no suele ser en absoluto dos cuerpos chocando entre sí. Para mí, el sexo real e impactante se trata de lo que hay en la mente. Todo es sugerencia. Todo es imaginación. Las escenas de sexo en la pantalla son un poco aburridas, por ello sólo tenemos dos de ellas, y son breves”, agregó.
Gracias a la relación de sus protagonistas, su emocionante guion y la actuación de Kidman, Babygirl: Deseo prohibido se convirtió en una de las películas más celebradas de 2024. Si ya pudieron verla, ¿creen que semejante momento en el bar cumple su cometido?
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