Afortunadamente, su esfuerzo fue reconocido por la industria y el público.
Luego de algunos años en producciones menores, Adrien Brody ha vuelto por todo lo alto. Gracias a El brutalista, el actor se encuentra en la mira de muchas promociones, e incluso es favorito para, posiblemente, ganar el Oscar a Mejor actor en 2025. Curiosamente, la película que le dio su primer Premio de la Academia le hizo vivir momentos muy complejos, todo por la transformación que involucró. Al final del día, Adrien Brody terminó con un serio desorden alimenticio.
En entrevista para Vulture, Brody recordó sus tiempos filmando El pianista, película dirigida por Roman Polanski. Dentro de dicho título interpretó a Wladyslaw Szpilman, un brillante pianista polaco de origen judío, que vivía con su familia en el gueto de Varsovia. Cuando los alemanes invaden Polonia, Szpilman debe enfrentar persecuciones y todo tipo de peligros para evitar la deportación.
Como parte de su preparación, Brody adoptó una dieta muy rígida en la que casi no comía. El objetivo era perder más de 13 kilogramos para así terminar con un peso de 58. Tomar agua tampoco formaba parte de su rutina.
“Esa fue una transformación física necesaria para contar la historia”, dijo al medio. “Pero luego eso me abrió, espiritualmente, a una comprensión profunda del vacío y el hambre de una manera que nunca habían conocido. Para cuando llegó la hora de filmar, apenas si tomaba agua”.
El pianista se enfrentó a una recepción crítica muy positiva. Los especialistas y el público elogiaron no sólo la poderosa trama, sino también la actuación de su protagonista. Como se mencionó anteriormente, este recibió el Oscar a Mejor actor. Desafortunadamente, las cosas con su salud no iban de la mejor manera.
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“Lidié con insomnio, ataques de pánico y estrés postraumático. Definitivamente tuve un desorden alimenticio durante por lo menos un año. Y después estuve deprimido, también por un año, pero me duró toda la vida. Estoy bromeando, eso es una broma”.
Brody admitió que, a veces, se convierte en un “actor del método” para conectar aún más con sus personajes. Un actor del método utiliza una técnica de actuación que busca conexión profunda y emocional con el personaje que interpreta. Esta técnica tiene sus raíces en el trabajo del dramaturgo ruso Konstantin Stanislavski y apela a que el actor se “meta en la piel” del personaje, viviendo sus experiencias y sintiendo sus emociones de manera lo más real posible.
Años después de El pianista, Adrien Brody filmó Regresiones de un muerto, título donde también hizo de todo para meterse de lleno en su personaje. Así lo menciona el medio que entrevistó al actor.
“Cuando filmó ese thriller de ciencia ficción en el que lo envían a una institución mental, le dijo al director que lo dejara con una camisa de fuerza para que pudiera sentirlo. También se rompió la nariz cuando alguien accidentalmente le dio un puñetazo en la cara durante el rodaje de La noche del asesino, lo que le provocó una herida permanente”.
Afortunadamente, El brutalista no le requirió poner su vida en riesgo de ninguna manera. En la película dirigida por Brady Corbet da vida al arquitecto László Toth, quien huyendo del Holocausto llega a Estados Unidos para reconstruir su vida, su obra y matrimonio junto a Erzsébet. Ambos se vieron obligados a separarse durante la guerra a causa de los cambios de fronteras y regímenes. De igual manera, debe reestablecer su futuro junto a un empresario misterioso.
¿Se repetirá su historia en el Oscar? La celebrada película llegará a las salas de Cinépolis el 6 de febrero de 2025.
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