Quédate a mi lado (1998)
Susan Sarandon (Jackie Harrison) demuestra su buen humor a pesar de saberse desahuciada, bailando con sus dos hijos, Anna (Jena Malone) y Ben (Liam Aiken), usando cepillos como micrófonos y saltando en la cama vestidos en pijama, todo al ritmo de: “Ain’t No Mountain High Enough” de las Supremes.
Cuenta conmigo (1986)
Aunque la canción tema de este filme “Stand By Me” de Ben E. King es un clásico, es “Everyday”, de Buddy Holly, la que acompaña a los pre-adolescentes Gordie (Wil Wheaton), Chris (River Phoenix), Teddy (Corey Feldman) y Ver (Jerry O’Connell) antes de su hazaña de intentar cruzar un puente sobre un río con una locomotora a todo vapor tras sus pasos.
Encuentros cercanos del tercer tipo (1977)
Nadie como el compositor John Williams para hablarle a las estrellas. En la cinta de Steven Spielberg, el músico ganador de 5 premios Oscar le da voz a la raza humana, que se comunica musicalmente con la nave nodriza. Sólo 5 notas bastan para iniciar la sinfonía sideral.
Beetlejuice (1988)
Catherine O’Hara (Delia Deetz) pone el desorden en la cena más exótica del cine, poniéndose a cantar en “playback” con la voz de Harry Belafonte “Day-O (The Banana Boat Song)”, mientras la hija punk Lydia (Winona Ryder) , su padre y el resto de distinguidos invitados danzan alrededor de la mesa, sin saber que fantasmas y monstruos los espían.
Perdidos en Tokio (2003)
Nada como una sesión de karaoke en pleno corazón de Japón, para que el veterano actor Bob Harris (Bill Murray) cante el clásico de la banda setentera Roxy Music “More Than This” frente a la joven Charlotte (Scarlett Johansson) y en un juego de palabras, combinada con el lamento de los músicos ingleses, se torne todo en una declaración de amor tácita, cortesía la sensibilidad de la autora y directora Sofia Coppola.
Antes del amanecer (2004)
De mochilazo está en Europa el estadounidense Jesse (Ethan Hawke), quien conoció a la rubia francesita Céline (Julie Delpy) en su viaje. En Viena, ambos entran a la cabina de una tienda de acetatos y colocan en el tocadiscos el sencillo de Kath Bloom “Come here”. Lo que sucede a continuación, es un juego de miradas que se encuentran y esquivan, como los corazones de los protagonistas que están descubriendo el significado de ser almas gemelas.
(500) días con ella (2009)
El momento de triunfo para Tom Hansen (Joseph Gordon-Levitt) de haber hecho el amor con su novia Summer Finn (Zooey Deschanel), se traduce en que su imaginación se desate al compás de “You make my dreams” de Hall & Oates. Pajaritos animados, una banda musical en el parque que lo celebra y hasta el mismo Han Solo guiñándole el ojo, son la manifestación de las mariposas que el protagonista siente en su estómago.
Negocios riesgosos (1983)
Tal vez no existiría Tom Cruise sin esta escena. Interpretando al post-adolescente Joe Goodson cuyos padres lo han dejado a cargo de su casa, el chico millonario con sólo su camisa, ropa interior y calcetines puestos, sube el volumen de su estéreo y comienza a bailar “Old Time Rock and Roll” de Bob Seger.
La dura realidad (1994)
Los exponentes de la generación X: Winona Ryder, Ethan Hawke, Janeane Garofalo y Steve Zahn, compran provisiones en el supermercado de una gasolinera, convirtiéndola en una discoteca por unos segundos, cuando le piden al dueño le suba el volumen al sonido local con la canción “My Sharona” de The Knack.
La aventura del Poseidón (1972)
En su viaje condenado a quedar volcado, el S.S: Poseidón vive sus últimas horas en plena víspera del Año Nuevo, celebrando una fiesta donde la cantante Nonnie (Carol Lynley) interpreta “The morning after”. Fuera de la pantalla, la baladista Maureen McGovern llevó al tema compuesto por Al Kasha y Joel Hirschhorn a ganarse el Oscar de Mejor Canción Original.
Ghost: la sombra del amor (1990)
Sam Wheat (Patrick Swayze) sólo sabe una cosa en la vida: ama a Molly Jensen (Demi Moore) con locura. Cuando ella una noche se sienta a moldear una jarra de barro, la oportunidad de ambos cruzar y enlazar sus manos, no podría ser mejor mientras en la rockola suena “Unchained Melody” de los Righteous Brothers.
Perfume de mujer (1992)
“No hay errores en el tango. Si te equivocas sigues bailando”, dice Al Pacino interpretando al Coronel invidente Frank Slade, quien en el restaurante y pista del Waldorf-Astoria saca a bailar a la bella Donna (Gabriela Anwar). El tango “Por una cabeza” acompaña los pasos de esta pareja que con su gracia rebasó la pantalla.
Desayuno con diamantes (1961)
Audrey Hepburn (Holly Golightly) se baja de su taxi en una solitaria 5ta Avenida de Nueva York, luciendo su vestido negro Givenchy y collar de perlas. Mientras observa el aparador de la joyería Tiffany’s, ella toma su café y degusta su croissant. La música de Henry Mancini y letra de Andy Williams, entonando “Moon River” abraza a la actriz como su ropaje. Nunca antes el cine fue tan elegante y melancólico.
Casablanca (1942)
“Tócala Sam. Por los viejos tiempos!”, pide Ilsa Lund (Ingrid Bergman) al pianista (Dooley Wilson) del bar de Casablanca que cante al piano “As time goes by”. El año es 1941 y Hitler tiene al mundo sujeto por la garganta, pero la resistencia se está armando y el dueño de este bar, Rick (Humphrey Bogart) verá al amor de su vida cruzar su puerta y tendrá que tomar una de las decisiones más heroicas y románticas que el cine vio.
2001: Odisea del espacio (1968)
En menos de dos minutos, el maestro de la imagen Stanley Kubrick, resume la complicidad y hasta matrimonio de la música y la imagen en el cine, colocándonos como espectadores tras la luna y observando en línea directa a la Tierra y detrás a un sol que amanece. Los metales de “Así hablaba Zaratustra” de Richard Strauss (1896) acompañan la apertura del telón de este filme. Más que una estrella, el astro rey es una luz del futuro que nos coloca en nuestro sitio en el cosmos, listos para saltar a explorarlo, con todas las limitaciones que tenemos.
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