¿Buscando una buena película de miedo? Entonces les recordamos que este 15 de octubre marca el 35º aniversario de Posesión Infernal (The Evil Dead), una de las grandes joyas del terror que además marcó la consolidación de Sam Raimi entre los principales maestros del género.
La cinta inspiró una exitosa trilogía, un controvertido reboot y una reciente serie televisiva que sigue explorando las desventuras de sobrenaturales del heroico Ash. Sin embargo, todo buen cinéfilo sabe que Sam Raimi va más allá del Necronomicon y por ello, recordamos a los 10 mejores personajes del aclamado realizador. ¿Con cuál se quedan?
Ashley “Ash” J. Williams
Lo vimos en: Posesión Infernal (1981) <Vela aquí en KLIC>
No sólo es el personaje más representativo en la filmografía de Sam Raimi, sino que también figura entre los más importantes en la historia del celuloide. Así es el gran héroe en una serie de terroríficos sucesos, quien pasa una noche entera perseguido por los espíritus malignos que habitan el bosque, al tiempo que ayuda a sus compañeros durante sus propios ataques –o posesiones– demoniacas. ¡Pero el pobre Ash no se conformó con la noche más terrorífica de su vida! Parece que el personaje no aprendió la lección, pues tiempos después repitió sus hazañas en una nueva aventura protagonizada por un nuevo grupo de amigos.
¡Pero la historia no terminó aquí! El feroz guerrero sigue haciendo de las suyas en la serie Ash vs. Evil Dead, donde deberá detener una sangrienta plaga que amenaza con aniquilar a la humanidad.
Lamia
Lo vimos en: Arrástrame al infierno (2009) <Vela aquí en KLIC>
¡Un personaje imposible de olvidar! Se trata de un ancestral demonio invocado por la tenebrosa Sylvia Ganush, una vieja gitana que emite una obscura maldición contra Christine Brown, una inocente joven cuyo único error fue rechazarle un préstamo bancario. El simple conjuro es espeluznante, pero la gran peculiaridad de la entidad radica en que se regodea provocando sufrimiento de su víctima con insultos, alucinaciones o incluso ofensivos machos cabríos. ¡Tengan cuidado con las personas que se crucen en su camino! Nunca saben quién podría regalarles una Lamia…
The Lady
La vimos en: Rápida y mortal (1995)
Un western que rompe paradigmas al ignorar la seriedad con que se le suelen tratarse sus historias y al mostrar una heroína central en un género dominado por el hombre norteamericano. The Lady llegó para quedarse: es excelente con el arma de fuego, temeraria y sumamente valiente, pues no duda en entrar al cotizado torneo de pistoleros del pueblo sólo para enfrentar al despiadado alcalde Herod. ¿Cómo inició esta obsesión? El político es un viejo criminal, quien asesinó al padre de nuestra pistolera cuando era sólo una niña. ¡Ahora es tiempo de vengarse!
Jacob
Lo vimos en: El plan (1998)
Una de las películas más controvertidas en la trayectoria de Sam Raimi –unos la aman y otros la odian–, pero nadie puede negar que Jacob es un personaje difícil de olvidar: un pueblerino de cortas miras que termina en posesión de una importantísima suma monetaria, pero que termina por enredar sus propios planes al tomar decisiones poco acertadas que sólo empeoran su precaria situación. Quizá por ello Jacob sea capaz de generar animadversión y cierta simpatía de manera simultánea, ¡pues tanta exasperación después termina por provocar alguna gracia!
Theodora
La vimos en: Oz el Poderoso (2013)
Todos conocemos los esfuerzos de Dorotea por encontrar al Mago de Oz, ¿pero cómo fue que el engañoso personaje terminó en este lejano reino mágico? El siempre ingenioso Sam Raimi reveló la increíble historia apoyado con un impresionante elenco que incluyó a James Franco, Michelle Williams y Rachel Weisz. Pero quien terminó por robarse el show fue Mila Kunis con una estupenda interpretación de Theodora: una inocente bruja que es engañada y convertida en la infame Bruja del Oeste. Mención aparte para el trabajo de caracterización, que convirtió a la actriz en el personaje más espeluznante del mundo fantástico.
Annie Wilson
La vimos en: Testigo (2000)
Cate Blanchett ofrece una gran interpretación de Annie Wilson, protagonista de una singular historia que combina el thriller con los enigmas paranormales. La mezcla conquista al espectador al mostrar a una mujer con percepciones extrasensoriales y que un día tiene una visión relacionada con un misterioso caso de desaparición. Sabemos que la historia podría sonar predecible, pero como en toda película de Sam Raimi, nuestro personaje termina por complicar la trama de una manera inesperada: Annie empieza a experimentar enigmáticas visiones que develan incontables secretos de la gente que le rodea. ¿En quién confiar ahora?
Billy Chapel
Lo vimos en: Por amor al juego (1999)
Sam Raimi figura entre los grandes maestros del terror, pero ni siquiera esto pudo evitar que el personaje incursionara en romance y el deporte con Por amor al juego. El filme gira alrededor de Billy Chapel, un reconocido pitcher que sopesa las decisiones de su vida en apenas nueve entradas: un amor que terminó en malos términos, una grave herida en su brazo tras un accidente y el futuro de su carrera al contar con casi 40 años de edad. ¿Buscan una buena película para disfrutar hacia el final de la temporada beisbolera? Aquí tienen una gran opción.
Victor Ajax
Lo vimos en: Academia de locos (1985)
Sam Raimi siempre ha disfrutado la comedia, pero sólo Academia de locos lo adentró completamente en el género. Nuestro personaje principal es Víctor Ajax, quien recuerda sus incontables tonterías mientras espera su ejecución en la silla eléctrica. Se trata de una propuesta arriesgada que combinó comedia, cine negro y una buena dosis de slapstick, pero que nunca logró conquistar al público como otros proyectos del aclamado director. A pesar de todo, vale la pena verla para conocer al trágico –y muy atolondrado– Ajax.
Dr. Peyton Westlake
Lo vimos en: Darkman: El rostro de la venganza (1990)
Pocos saben que el Dr. Peyton Westlake surgió como un homenaje realizado a los monstruos clásicos de Universal: un investigador que concentra sus estudios en ayudar a personas con quemaduras por ácido y que realiza una piel sintética que se desintegra en sólo 99 minutos. El problema surge cuando el propio protagonista queda desfigurado tras ser quemado en ácido, sus nervios espinotalámicos son cortados para evitar el dolor y termina perdiendo todo el sentido del tacto. Sobra decir que su fuerza se exacerba y su mente se desestabiliza, dando como resultado al obscuro Darkman que busca sangre y venganza.
Spider Man
Lo vimos en: Trilogía Spider-Man (2002-2007)
¿En qué estarían pensando los ejecutivos de Sony cuando eligieron a Sam Raimi como director de su franquicia arácnido? La decisión puso a temblar nuestro sentido arácnido, hasta que el director nos deleitó con una de las mejores trilogías de superhéroes en la historia del subgénero. El filme inicial exploró los bien conocidos orígenes del personaje; la brillante secuela nos adentró en sus dudas; y la controvertida tercera entrega mostró un cierre que generó muchos sentimientos encontrados en el público. Lamentablemente nuestra historia carece de un final feliz: Raimi se preparaba para una cuarta entrega, pero el estudio canceló los planes y el proyecto quedó inconcluso para siempre.
