El mundo del cine es amplio y diverso. Existen películas de todos los géneros y temas. Las hay, incluso, de las que hablan de sí mismas, es decir, películas sobre cine. Es lo que se conoce como metacine.
¿Qué es el metacine?
El metacine es un subgénero que se popularizó a mediados de los años 80. Sin embargo, ha existido desde las primeras producciones cinematográficas. Consiste en películas que hablan sobre sí mismas o del cine en general y de los elementos que lo conforman.
La verdad es que estas películas nos acercan un poco más al funcionamiento de esta industria. Te dan a conocer sus procesos internos. Muestran que no todo lo que brilla en pantalla es oro y que detrás de las escenas se tejen grandes historias. A veces, hasta son mejores que las que se filman. Dan otra visión de las estrellas de cine y exponen los altibajos por los que pasan muchas veces. Proyectan una cara más humana de los rodajes.
Al igual que el metadiscurso o el metalenguaje, el cine necesita también hablar sobre sí mismo. El recurso usado son referencias a otras películas. Asimismo, se habla sobre el proceso de producción. Incluso se rompe la llamada cuarta pared y se interactúa con el público y con los directores y técnicos. Así el espectador toma conciencia de que está viendo algo ficticio, es decir, un producto cinematográfico.
Películas imprescindibles de este subgénero
Este tipo de películas ha existido desde los primeros años del cine. Por esta razón, existen muchas joyas ocultas dentro de este subgénero. ¿Quieres conocer algunas? Hemos recopilado las mejores y más populares para que consideres alguna en tu próxima noche de cine. También puedes consultar nuestra lista de 100 años de historia del cine.
El artista (Michel Hazanavicius, 2011)
Una cinta que arrasó con cinco premios Óscar, incluyendo Mejor película. Trata la historia de un exitoso actor de cine mudo y una famosa actriz de los años 50. Ambos se enfrentan al inevitable cambio al cine sonoro. Es una mezcla de drama, comedia y romanticismo, que muestra las vicisitudes que atraviesan los personajes. Como dato curioso, es una producción muda en blanco y negro que se disfruta de principio a fin, por las grandes interpretaciones y su originalidad. Te gustará mucho.
Ed Wood (Tim Burton, 1994)
Es una comedia dramática. Cuenta la historia de Ed Wood, un director de cine considerado como el peor de todos los tiempos. Narra, desde un punto de vista satírico, cómo su protagonista se apasionaba de manera desmedida por el mundo del cine. Así se abre camino dentro de él hasta labrarse un nombre. Este largometraje es otra excelente opción para adentrarse en el mundo del metacine.
The Congress (Ari Folman, 2013)
Nos cuenta las vivencias de una actriz que vende su imagen a una productora de cine. Esta escanea su rostro, cuerpo y expresiones para reproducirlas donde y cuando quieran, incluso en las películas que deseen. Después de veinte años, el estudio organiza un congreso de futurología donde la protagonista se encuentra con un futuro distópico. Se da cuenta de que han usado su imagen para fines poco éticos.
Curiosamente, el largometraje habla sobre algo que sucede en la actualidad. Se recurre a la imagen de antiguas estrellas de cine para ponerlas en publicidad o hasta en películas. Es un hecho que nos hace reflexionar sobre el futuro de la industria cinematográfica. ¿Será con actores reales o con avatares?
Cazador blanco, Corazón negro (Clint Eastwood, 1990)
Película que relata los desvaríos del cineasta John Huston cuando viajó a África a filmar La reina africana. En lugar de dedicarse a su trabajo, se obsesionó con cazar un gran elefante. Esto causó toda una serie de situaciones desagradables para los actores y el personal técnico.
La película narra esta aventura de la mano de Clint Eastwood como su protagonista y director. A pesar de que la cinta fue un fracaso en taquilla, con el tiempo ha ganado adeptos. Nos permite observar lo que sucede cuando se le da total libertad creativa a un director.
El moderno Sherlock Holmes (Buster Keaton, 1924)
Fascinante filme dirigido y protagonizado por Buster Keaton. Narra la historia de un proyeccionista que sueña con ser detective. Por los caprichos del destino termina dentro de una de las películas que proyecta. Así, vive un sinfín de aventuras en las que tendrá que salvar a su amada del malvado villano. Una agradable comedia clásica que ha envejecido muy bien. Está repleta de gags visuales que la hacen divertida.
Quizás ya habías visto alguna película de este tipo, pero no sabías que pertenecían a una subcategoría ya establecida como metacine.
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