En su interior hay algunas claves para entender su comportamiento.
Más allá de las naves, los desconocidos planetas y los personajes que hemos conocido a lo largo de la saga, hay algo que siempre ha encantado a la audiencia respecto a la franquicia Alien: los Xenomorfos y su sangre ácida. Desde la primera entrega de la saga, este elemento atemorizó a la audiencia, pues unas cuantas gotas podrían tener efectos catastróficos. Afortunadamente, un avance de Alien: Romulus indica que la sangre ácida está de vuelta, y los fans están aún más emocionados.
Fue un tráiler internacional de la cinta, lanzado por 20th Century Japón, el que reveló la aparición de semejante detalle. Los protagonistas de la cinta no sólo tendrán que enfrentar a nuevas criaturas y una sangrienta lucha por sobrevivir, sino también el peligro de esta sangre. Se le ve como un líquido viscoso, amarillo (por sus propiedades corrosivas), y potencialmente destructor.
Apareció por primera vez en la cinta de 1979, cuando la tripulación del Nostromo quiso retirar un facehugger de la cara de un ejecutivo que viajaba con ellos. La sangre hizo que los pasajeros de la nave se alejaran y no siguieran con su lucha, pues podían dañar aún más a su compañero. A pesar de que es visualmente aterradora, no hay una explicación clara de sus orígenes.
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En 1995 se publicó el libro Aliens: Colonial Marines Technical Manual, que sirve como una guía para entender las criaturas y todos los peligros que nos han mostrado las películas. Ahí se sugiere que la sangré acida es una especie de batería que les permite producir energía sin necesidad de oxígeno. La corrosividad del líquido tendría una sólida explicación aquí, pues tiene variaciones a lo largo de la saga. Mientras más “cargada” este una criatura, entonces su sangre es más destructora.
No obstante, hay otra explicación que vale la pena tener en cuenta: la de los cómics Alien – Hive. En sus páginas se cree que la sangre ha evolucionado, pues primero fue un mecanismo contra los Depredadores. Sea cual sea la teoría en que crean, no podemos dejar de lado aquellas inconsistencias que han complicado entender el funcionamiento de la sangre. En Alien: Covenant, de 2017, existió una versión del Xenomorfo que no poseía esta característica.
Para Alien: Romulus, el director Fede Álvarez propuso elevar el terror una vez más, y eso involucra un realismo abrumador incluso con los Xenomorfos. Cailee Spaeny, protagonista de la película, se enfrentó a varios de ellos construidos especialmente para Romulus. El resultado fue aterrador, y ni siquiera lo ha olvidado a pesar del tiempo que ha pasado.
“Los encargados de los títeres fueron absolutamente brillantes. Quiero decir, realmente estaban manipulando a estas criaturas como titiriteros. Simplemente creo que ya no vemos eso. Doblamos una esquina donde todo se convirtió en pantallas verdes y actuación con pelotas de tenis. Por eso es muy agradable recuperar el realismo. Creo que puedes sentirlo en la pantalla. He visto esa criatura tantas veces, y cuando está ahí delante de ti y estamos haciendo escenas en las que actúo en contra de ella, sigue siendo aterrador”, dijo en entrevista para Empire.
¿Veremos más “propiedades sobre la sangre de los Xenomorfos? ¿Conoceremos alguna característica aún más aterradora? Alien: Romulus llegará a las salas de Cinépolis el 15 de agosto.
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