La inquietante película promete sorprender con su realización y desenlace.
Con su nueva película, Presencia, Steven Soderbergh asumió grandes retos y la posibilidad de entender lo que pasa por la mente de un fantasma.
Muy pronto llegará a las salas de Cinépolis una de las películas más propositivas e inquietantes de los últimos tiempos: Presencia. El thriller dirigido por Soderbergh nos cuenta cómo una familia se muda a una casa, y pronto comienzan a suceder eventos de un origen probablemente paranormal. En esencia, esa podría ser la premisa de innumerables cintas de terror, pero hay algo que hace de Presencia una experiencia única: todo lo que vemos y sabemos es desde la perspectiva del fantasma que habita el hogar. Durante más de 80 minutos somos sus ojos y oídos en medio de esa familia.
¿Por qué esa decisión?
En 2022, Soderbergh comentaba que no apoyaba las películas hechas en primera persona y contadas a través de realidad virtual. Según sus palabras, era “enormemente limitante” porque no podíamos ver todas las expresiones de los personajes ni experimentarlas. Para sorpresa de muchos, poco tiempo después se animó a comprobar que la primera persona sí funcionaba, y los resultados son estremecedores.
El realizador se adentró de lleno en Presencia, pues además de dirigir la película, también fungió como director de fotografía, operador de cámara y editor. Es decir, los “movimientos” del fantasma son suyos, y los recorridos que vemos de la casa donde sucede la película fueron ejecutados por el mismo Soderbergh con la cámara en su pecho. Como curiosidad, en los créditos de la cinta utiliza el seudónimo “Peter Andrews”.
Durante su paso para el podcast de IndieWire, así contó el realizador cómo surgió la idea.
“Teníamos una niñera y ella describió haber visto a alguien al final del pasillo cruzando del baño al dormitorio. Sucedió mientras ella miraba televisión en una especie de salón. Inmediatamente gritó sin pensar: ‘¡Jules!’ [La esposa de Soderbergh, Jules Asner] y luego se dio cuenta: ‘Jules no está aquí. Por eso estoy cuidando la casa’. Entonces nos llamó y nos contó eso. Tuvimos algunas cosas cuestionables como: ‘¿Realmente dejé esa luz encendida? ¿Estaba esa puerta abierta?’ Cosas así, pero nada que nos asustara”.
La creación de la historia
Una idea pasó por la mente del cineasta: ¿cómo se sentiría un fantasma al ver que nuevas personas habitan la casa donde ha estado? ¿cómo sería la dinámica? Tiempo después, Soderbergh se reunió con el guionista David Koepp, quien cuenta en su haber con títulos como Misión imposible, Parque Jurásico y La habitación del pánico. La tarea sonaba como un gran esfuerzo, pues aun cuando no tenía gran presupuesto, sí requería de creatividad para hacer que la historia se narrara de la manera correcta.
“Me encantan los thrillers de espacios confinados y los desafíos estéticos, como ver sólo lo que ve el fantasma. Y me gusta convertir un drama familiar en una película de terror. [Steven preguntó]: ‘¿La familia puede estar hecha un desastre?’ Y dije: ‘Oh, bueno, sí, no nos centraremos en lo bien que va todo’. El fantasma está nervioso, asustado y confundido. Pero también tiene mucha curiosidad. Eso en sí mismo te dice mucho sobre cómo escribir las escenas y hacia dónde va la presencia. Avanza porque quiere escuchar a la gente, y si es algo que no le gusta, retrocede. El armario es su espacio seguro”, reveló Koepp a Filmmaker Magazine.
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Por la aparición de un fantasma, cualquiera podría pensar que Presencia es un título de ese terror que provoca pesadillas. Y no es así. La película utiliza la figura del ente, o la llamada “presencia”, para mostrar la desconexión que existe en una familia. Rebekah y Chris son los padres, mientras que Chloe y Tyler son los hijos de ambos. Entre ellos hay secretos, cosas que no se han contado y dolores no superados. Soderbergh y Koepp apostaron por una historia donde los personajes importan lo suficiente como para sentir preocupación por ellos.
“Quizás sea la idea más sencilla que he tenido jamás”, afirmó el director a Los Angeles Times. “La cámara es el fantasma. No hay nada más sencillo que eso. Y parte del lujo de tener este trabajo, que creo que es el mejor trabajo que alguien haya inventado jamás, es que a veces no sabes por qué estás haciendo algo ahora. Simplemente me pareció una buena idea”.
Un fantasma cercano
Gracias a que el mismo Steven financió la película, y la vendió ya terminada a un estudio, hubo completa libertad creativa. Al ser el operador de cámara, y con un fantasma bastante presente en la dinámica familiar, su relación con el elenco fue más cercana que de costumbre.
“Normalmente estoy ahí porque estoy manejando la cámara, pero esto era diferente. Realmente estuve en las escenas con ellos, así que si cometía un error arruinaba la toma. Había otro nivel de ansiedad por el desempeño para mí. La cámara no es muy pesada, pero tras ocho minutos de sostenerla con el cuerpo, tus brazos comienzan a convertirse en cemento y comienzas a temblar. Tuve que idear estrategias para mantenerme en movimiento un poco y que mis brazos no se bloquearan”.
Presencia se filmó, de forma cronológica, en sólo 11 días durante septiembre de 2023. Soderbergh corrió el riesgo y lo apostó todo, pues sabía que si algo salía mal, no tenía un plan B al cual recurrir. Con más de 200 críticas recolectadas, la cinta acumula un 88% de aprobación crítica en Rotten Tomatoes. Los comentarios no son sólo positivos por el despliegue técnico, sino también por las actuaciones de su elenco y el sorpresivo final con el que cuenta.
¿Listo para descubrir la nueva apuesta de Steven Soderbergh? Presencia llegará a las salas de Cinépolis este 6 de marzo.
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