Hemos derramado más de una lágrima con estos títulos.
Hay juegos que te hacen reír, otros que te hacen pensar, y hay unos que te dejan con un nudo en la garganta. Porque sí, a veces el videojuego te rompe el corazón. Y no hablamos solo de finales tristes: hablamos de decisiones dolorosas, traiciones inesperadas o sacrificios inevitables.
Aquí repasamos esos momentos donde la narrativa y la emoción se entrelazan hasta dejarte destrozado frente a la pantalla.
The Last of Us – La pérdida desde el inicio

Desde sus primeros minutos, The Last of Us establece el tono emocional que marcará toda la historia. La muerte de un personaje querido antes de que realmente comience la aventura ya te deja sin aliento. A lo largo del juego, la relación entre Joel y Ellie se vuelve profundamente humana, y cuando enfrentan momentos límite —como decisiones éticamente cuestionables— el dolor se siente real. Si hay un ejemplo perfecto de cómo el videojuego te rompe el corazón, es este.
Red Dead Redemption 2 – El precio de una vida fuera de la ley

Arthur Morgan, el protagonista de Red Dead Redemption 2, es uno de los personajes más complejos jamás creados. Su historia es una de redención, culpa y dolor. A medida que se acerca el final, el jugador enfrenta la inevitable decadencia de su salud y la descomposición del grupo Van der Linde. Los últimos capítulos del juego son una oda a la tragedia, donde los pequeños gestos de humanidad se sienten como dagas emocionales.
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Life is Strange – Decisiones imposibles

En Life is Strange, interpretas a Max, una adolescente con el poder de retroceder en el tiempo. Lo que comienza como una aventura juvenil se transforma en una historia de dolor y elección. El juego te obliga a tomar una decisión devastadora al final, en la que no hay una respuesta correcta. No importa qué escojas: el vacío emocional permanece. Es un claro ejemplo de que cuando el videojuego te rompe el corazón, lo hace por las decisiones que tú mismo tomaste.
Shadow of the Colossus – Matar para salvar

La propuesta de Shadow of the Colossus parece sencilla: matar gigantes para salvar a una chica. Pero a medida que avanzas, cada victoria comienza a sentirse como una derrota moral. Los colosos no son monstruos agresivos, sino criaturas solitarias que habitan su propio mundo. Derrotarlos produce culpa. El giro final y la atmósfera melancólica lo convierten en uno de los juegos más tristes jamás creados.
Crisis Core: Final Fantasy VII – El destino inevitable

Este juego de Final Fantasy es una precuela de la famosa entrega VII. Sigues la historia de Zack Fair, un joven soldado con grandes ideales. La narrativa construye un vínculo emocional fuerte, y aunque los fans ya conocen el destino del personaje, vivirlo en carne propia es demoledor. El combate final no es solo una batalla, es una despedida.
Brothers: A Tale of Two Sons – Jugabilidad como narrativa

Este juego independiente es una joya emocional. Controlas a dos hermanos con un solo mando: uno con el stick izquierdo, el otro con el derecho. Es una mecánica única que fortalece el vínculo emocional. Sin revelar demasiado, el juego cambia radicalmente hacia el final, y un giro en la jugabilidad refuerza el golpe emocional de manera magistral.
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