Aunque un hombre corrió peligro, el protagonista de Misión: imposible recuerda el momento con muchas risas.
Puede que la gran mayoría del público conozca a Tom Cruise por sus emocionantes stunts, la entrega que pone a sus películas, e incluso por ser un amante de la experiencia en cines. Fuera de los sets, el actor se ha preparado como piloto profesional, algo que le ha servido para su experiencia como héroe en el cine de acción, y también para algunas actividades personales. No obstante, la falta de oxígeno hizo que Tom Cruise tomara medidas desesperadas
Corría 2004 cuando el protagonista de La guerra de los mundos se presentó en el programa Late Show with David Letterman. Ahí habló de sus proyectos más esperados para ese y los próximos años, pero también aprovechó para contar una anécdota muy divertida que ocurrió mientras estaba en control de un avión.
“Yo vuelo. Soy piloto, y una vez estábamos volando a Colorado y yo estaba a cargo del avión. Teníamos que viajar con oxígeno, porque los vientos son mejores a mayor altitud. Así que subimos, pero me di cuenta de que no podíamos permanecer a esa altitud a menos que utilizáramos el oxígeno, y tuve que descender porque no teníamos suficiente”, contó.
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Tom Cruise: un hombre capaz de todo por su vuelo
El legendario actor obtuvo su licencia de piloto en 1994, así que ha estado volando por más de 30 años. Pero no sólo tiene una licencia básica; es un piloto comercial con calificación de instrumentos para multimotores. También posee una licencia de piloto de helicóptero y está calificado para realizar acrobacias aéreas. Incluso se entrenó para pilotar helicópteros y así realizar las escenas de Misión: imposible – Repercusión. Sin embargo, nada lo preparó para lo que estaba por venir.
“Tenía un pasajero en la parte de atrás, y el copiloto y yo descubrimos que si le cortábamos el oxígeno al tipo de atrás, podríamos llegar a esta altitud. Así que… No era peligroso, ni nada parecido. Estuvo muy callado. Se quedó dormido. Durmió todo el camino. Es el tipo de persona que querrías que durmiera todo el tiempo. Se despertó durante el descenso, cuando íbamos a aterrizar. Él decía: ‘Dios, mis manos me hormiguean. Debe ser la postura en la que me quedé dormido’”.
Letterman no pudo contener la risa ante la anécdota, y cuestionó al protagonista de Misión: imposible si no se trató de un intento de homocidio. Incluso bromeó al decirle a su invitado que tenía suerte de no estar cumpliendo una condena. Cruise sólo acompañó el momento con más risas, tal como lo hizo el público.
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Veinte años más tarde, el destino le cobró ese mismo oxígeno a Cruise. En La sentencia final, última película de la saga Misión: imposible, el actor se enfrentó a las alturas para una de las acrobacias más espectaculares en toda su vida. El desgaste fue intenso y le costó oxígeno, justo como al hombre que estaba en el avión. ¿Justicia divina?
“Cuando sacas la cara [de un avión], yendo a más de 120 a 130 millas por hora, no estás recibiendo oxígeno. Así que tuve que entrenarme para respirar. Hubo momentos en que me desmayaba físicamente; no podía volver a la cabina”, reveló a la revista Empire.
Si quieren descubrir hasta dónde es capaz de llegar Tom Cruise a bordo de un avión, pueden disfrutar de Misión: imposible – La sentencia final en salas de Cinépolis.
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