Colaborar con Stanley Kubrick se convirtió en una verdadera experiencia.
En la década de los 90, el matrimonio formado por Nicole Kidman y Tom Cruise fue uno de los más queridos en la industria. La pareja se amaba, participaba en diversos eventos, e incluso formó parte de Ojos bien cerrados, la última película del director Stanley Kubrick. Dicho largometraje fue toda una experiencia no sólo por la compleja trama, sino también por su extenuante rodaje, y lo mucho que provocó entre ambos. Hasta la fecha, hay quien asegura que esta película fue la gota que derramó el vaso de cara a su separación. A 25 años de dicha cinta, es Nicole Kidman quien habla de trabajar con su entonces esposo, Tom Cruise, y de qué tanto influyó Kubrick.
Recientemente, la actriz ofreció una entrevista a Los Angeles Times por el ya mencionado aniversario de la película. Esta se centra en el doctor Bill Harford, quien explora la relación que tiene con su esposa, y se adentra en un submundo sexual oscuro, donde conocen los límites del erotismo, y también de ellos mismos. Si bien, la cinta se inspira en una novela, también requirió de una inspiración adicional: la fascinación de Kubrick por el matrimonio Cruise – Kidman.
Como era costumbre con el cineasta, la producción fue caótica. Hubo retrasos en el inicio del rodaje, planes que cambiaron su curso, e incluso dudas en los actores.
“Cuando Tom y yo empezamos a trabajar con Stanley, fue en su casa. Ni siquiera fuimos a los sets de Pinewood Studios. Seis, ocho semanas después, nos preguntábamos: ´¿Alguna vez vamos a empezar?´ Y simplemente no lo hacíamos. Nos estábamos poniendo cómodos el uno con el otro, lo suficientemente cómodos como para arrojar algunas ideas”.
El trabajo en Ojos bien cerrados, incluyendo los ensayos, duró de 1996 a 1998. Esto definitivamente no es normal para una producción que dista de ser un blockbuster, pero a casi 3 décadas, Kidman cree que todo se debe a un interesante factor. La relación que ella mantenía con su esposo inspiró cambios en el guion, pues Kubrick, aparentemente, quería retratar su dinámica con la intensidad de Bill y Alice, los protagonistas.
“Supongo que lo estaba explorando. Había ideas que le interesaban. Hacía muchas preguntas. Pero tenía un fuerte sentido de la historia que estaba contando. Lo recuerdo diciendo: “Los triángulos son difíciles. Hay que andar con cuidado cuando se trata de un triángulo”. Porque una persona podría sentirse atacada. Pero él era consciente de ello y supo gestionarnos”.
La película tuvo buenas críticas, las cuales destacaron el enfoque de la pareja principal, y lo mucho que ayudaron Cruise y Kidman al resultado. Kubrick no supo cuál fue la recepción de la película, pues murió días después de proyectar un primer corte para su familia y los miembros del reparto. Quienes vivieron con las consecuencias fueron todos los demás, incluyendo a sus protagonistas.
“Pero también hay algo sobre ser mujer en esa ecuación. Y a Stanley le gustaban las mujeres. Tenía una relación diferente con Tom. Trabajaron más estrechamente juntos en su personaje”, añadió.
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A pesar de lo complicado que fue el rodaje, Kidman ha comentado que su relación con Cruise se mantuvo estable durante el par de años que trabajaron en él. Supieron separar la complejidad de sus personajes, y trabajar para lo que se necesitaba: la historia. Al final, fue una experiencia doble: trabajaron en la última película de Kubrick, y también exploraron la vida de otra pareja.
“Después de esas escenas íbamos a correr karts. Alquilamos un lugar y íbamos a correr a las 3 de la mañana. No sé qué más decir. Tal vez no tengo la capacidad de mirar atrás y diseccionarlo. O no estoy dispuesta a hacerlo”, dijo Nicole Kidman hace algunos años (vía).
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