La actriz revela el doloroso motivo por el que se mudó del hogar donde pasaron tanto tiempo juntos.
El 13 de julio de 2013, la muerte de Cory Monteith marcó la industria del entretenimiento para siempre. Una intoxicación por diversas sustancias le arrebató la vida a un joven que poco a poco se consolidaba entre los mejores actores de su generación. En aquellos tiempos, Lea Michele no sólo era compañera de Cory Monteith en Glee, sino también su novia en la vida real, por lo que la pérdida fue doblemente dura. A 12 años de la tragedia, la actriz y cantante habló sobre su sentir con el paso del tiempo.
Durante su participación en el podcast Therapuss, Michele fue cuestionada por su trabajo en Glee, serie musical en la que vivió sus mejores momentos, pero también algunos de los más dolorosos (como la ya mencionada pérdida). Tras la partida de Monteith, el rodaje de dicho proyecto continuó, pero lo cierto es que nada fue igual. Los días en los sets se volvieron complejos, y los momentos fuera de este también hicieron que la actriz cambiara su rutina. Tardó mucho en encontrar algo que le sirviera como distracción.
“La vida era muy diferente. O sea, había un autobús de tours que pasaba por mi casa en West Hollywood, y alcanzaba a escuchar: ‘Lea Michele, Rachel Berry en Glee’. Y entonces oía Don’t Rain on My Parade mientras estaba sentada en mi sala. Era el tour de la gente que había muerto, y después de todo lo que pasó, el autobús venía todos los días y yo escuchaba: ‘Estos son los detalles de la muerte de Corey Monteith’”.
La experiencia se volvió deprimente, así que Michele tomó la decisión de mudarse. No estaba lista para enfrentar a ese autobús, y como estar en el set de Glee ya era lo suficientemente doloroso, optó por buscar un hogar en el Pacífico. Tenía apenas 26 años y nula experiencia lidiando con tantas cosas complicadas a la vez. Fue así que aprendió a manejar su dolor y la aparición de los medios en su vida. No había pasado un mes desde la muerte de Corey cuando Glee retomó su curso, lo cual añadió otra capa de dolor.
“Si no íbamos a trabajar, la gente se quedaba sin empleo, y eso era mucha presión para mí. Así que tuve que dejar mis cosas a un lado y simplemente ir para que todos pudieran seguir trabajando”.
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Uno de los momentos más emotivos para todos fue el episodio titulado The Quarterback, el cual se concibió como un tributo tanto al actor como a Finn, su personaje. En lugar de explicar la causa de la muerte, el episodio se centró en las reacciones y el dolor de los otros personajes ante su repentina pérdida.
Cualquiera podría pensar que esos momentos unieron a los actores, pero en palabras de Lea Michele, ocurrió todo lo contrario. Sin mencionar nombres, la actriz afirma que la tragedia “fracturó” al elenco y dejó huellas significativas.
“Me derrumbé por completo. Estaba completamente concentrada en mi trabajo. Era demasiado para procesarlo a tan temprana edad, pero estoy muy agradecida con todos los que estaban allí, lo sepan o no. Personalmente, sentí mucho apoyo de todos en el edificio, especialmente del equipo, que me ayudaron a salir adelante”.
Ha pasado más de una década tras la tragedia, pero Lea está en calma tras un proceso que le costó muchos años. Si bien, guarda en su memoria los buenos recuerdos de Cory Monteith, estos ya no le provocan el dolor y desasosiego inicial.
“Es chistoso cómo recuerdo algunas cosas tan claramente, y de otras no tengo el recuerdo más pequeño. No había reglas. Cada uno lo superó sobre la marcha”, concluyó.
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