Aunque gustosa, la gatita puso sus condiciones.
En la reciente película Flow, dirigida por Gints Zilbalodis, la voz del protagonista felino no fue un detalle menor, sino una parte esencial de la creación de la cinta. Lo curioso es que la voz del personaje principal proviene de una gatita real, una felina naranja de ojos cautivadores, que capturó los maullidos y ronroneos que dieron vida al protagonista.
Esta gatita, que pertenecía al diseñador de sonido Gurwal Coïc-Gallas, inicialmente, rechazó el equipo de grabación, lo que obligó a realizar ajustes en la estrategia. Sin embargo, el resultado final fue único: sus sonidos naturales se convirtieron en la esencia sonora del personaje, otorgándole una autenticidad inigualable. Su temperamento y expresiones se transformaron en una representación perfecta de la vida salvaje y los desafíos que enfrenta el protagonista a lo largo de la película.
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Y a todo esto, ¿de qué trata Flow?
Flow nos lleva a un mundo inexplorado y sumergido, donde el protagonista, un joven felino, debe enfrentarse a sus miedos y desafíos en un paisaje futurista. Sin palabras, la película narra la historia de un viaje hacia la superación, donde el protagonista se enfrenta tanto a su entorno hostil como a las emociones que surgen durante su travesía.
A lo largo de la aventura, el felino interactúa con otros animales, y cada encuentro, ya sea de amistad o de desafío, refleja una lucha interna por sobrevivir y encontrar su lugar en el mundo. Lo que realmente resalta de Flow es la forma en que la historia explora la valentía y el miedo sin necesidad de diálogos, usando la animación minimalista para transmitir de manera eficaz las emociones profundas de los personajes.
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