Una coming-of-age de aventuras, sobre diversidad sexual y situada en el México posrevolucionario. Eso es La arriera, película donde las mujeres mandan. En Paloma y Nacho platicamos con su directora y sus protagonistas.
Allá en el rancho grande (Fernando de Fuentes, 1936) es la película que inauguró la Época de Oro del Cine Mexicano. En su trama aparecen 36 personajes, pero apenas nueve son mujeres: cuatro con crédito en pantalla y cinco sin este. De estos últimos, una es “Vecina de los protagonistas” y otra es “Mujer en una pelea de gallos”.
En la era de las secuelas, precuelas, spin-offs y sidequels, este último fue el punto de partida de Isabel Cristina Fregoso al momento de escribir a cuatro manos (junto con Alfonso Suárez), La arriera: la posibilidad de contar, a manera de sidequel, una historia paralela que hablara de identidades diversas en el imaginario de la Época de Oro del Cine Mexicano. En especial en el campo, en el rancho, donde no hubo espacio para narrativas de diversidad sexual, y terminaron por ser invisibilizadas, guardadas en la intimidad.
Ahora bien: La arriera, como guion, tiene un origen “familiar”. El abuelo de Fregoso fue arriero desde niño [arriero: persona que transporta mercancías con animales de carga]. Su interés por profundizar en el arriero como personaje, con los peligros que conlleva y la soledad que implica, le interesó. Pero le resultó aún más llamativo que fuera una historia de mujeres. Así surgió el personaje de Emilia, una niña adoptada de la comunidad wixárika.
Como dato curioso –y que conecta mundos—, el abuelo de Fregoso es de Mascota, Jalisco, un poblado en la sierra de donde también es originaria Esther Fernández, la protagonista de Allá en el rancho grande.
Un largo recorrido
En la 39° edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), La arriera se llevó dos importantes premios Mezcal, a lo mejor del cine mexicano: Dirección (Isabel Cristina Fregoso) y Fotografía (María Sarasvati Herrera). Luego formó parte de la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF). Ahora, este junio, mes del orgullo LGBTIQ+, es la función inaugural del Festival Mix – Cine, Diversidad Sexual y de Género, y llega a cines.
Fragoso recuerda que La arriera fue bien recibida por la audiencia desde su día uno, y da como ejemplo su primera proyección en el FICG, dentro del Cineforo.
“La fotografía no se veía bien, y paramos la función un par de veces. Era un lleno total, con gente de pie, y preguntamos: “No se está viendo bien, ¿quieren que sigamos? Y seguimos, y todo mundo quedó fascinado. Empezamos con el pie derecho en nuestra casa”.
Llegar a ese momento requirió años de trabajo y de paciencia. La arriera se filmó en locaciones de Jalisco, durante pandemia, y exigió a sus protagonistas, como primer paso, documentarse. Alejandra Cosío, quien interpreta a Carolina, recuerda:
“Todo el tiempo trabajamos en trabajo con nuestra directora. Nos dejó como tarea ver unas películas, ¡y nos juntamos para ver otras!, y también nos pidió ir directo a nuestro archivo familiar, buscar fotos de nuestras abuelas y bisabuelas, e imaginarnos qué pasaba en esas fotos. Fue muy bonito poder conectar con nuestra familia y traerlo a la actualidad”.
Cine de aventuras con retos físicos
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La arriera es un drama y también es cine de aventuras. Emilia, su protagonista, tiene sed por explorar más allá de los márgenes de la vida ranchera, en un entorno que supone retos y amenazas. En consecuencia, el casting exigía protagonistas que supieran cosas “del campo”, como montar a caballo. Fue así como dieron con Andrea Aldana para ser Emilia, quien –segunda coincidencia— es de madre wixárika. Al respecto, la actriz indica:
“En el rodaje tuvimos un entrenamiento completo con los caballos, pues más allá de montarlos, debíamos establecer una conexión, meditar con ellos. ¡Era algo bien raro que nunca había hecho con animales!, pero funcionó para conectar con ellos y que las escenas lucieran auténticas”.
La actriz recuerda que un reto físico –no spoiler—sucedió en “la escena del río”, donde su personaje sufre un percance. Aldana no sabía nadar, y si bien había una stunt lista para intervenir, el cuidado de la producción la animó para que ella rodara su escena. Por su parte, Alejandra Cosío recuerda que una de las primeras escenas en pantalla también fue un reto.
Esto por lo cansado que fue correr entre maizales, sin parar, en un ambiente húmedo que se volvía sofocante por los vestidos de la época. Aquí vale la pena precisar que, además del premiado trabajo en fotografía de Saravasti, destaca el diseño de vestuario de Lupita Peckinpah y el diseño de producción de José Portillo.
Un equipo de mujeres
La mayoría del cast y crew de La arriera son mujeres. Las mismas protagonistas destacan que una parte fundamental del equipo fue la coach actoral, para las escenas de intimidad. De allí que es necesario preguntar a Fregoso sobre equipos predominantemente femeninos:
“Trabajar con mujeres es muy importante, y una especie de “postura política” en el sentido de cobrar conciencia de género. En este medio existen mujeres muy talentosas y, ciertamente, las oportunidades no son parejas. Entonces, siempre que se pueda debemos facilitar el trabajo a las compañeras”.
La arriera, único estreno LGBTIQ+ en el mes del orgullo
El estreno de La arriera coincide con el mes de la representación LGBTQ+, lo cual hace inevitable preguntar a su directora si son suficientes las narrativas de la comunidad: “Historias de mujeres hay muy pocas”, dice Fregoso, y añade:
“Por eso se deben impulsar más historias como esta. La arriera es la única película mexicana [sobre temáticas de diversidad identitaria] que estrenará este junio, cuando es un tema súper importante, porque hay gente que sufre, que pierde la vida por defender esta causa. Hay un montón de violencias al respecto de las disidencias sexuales, y por ello es importante que se valoren estas propuestas”.
Aquí se abre un paréntesis necesario: La arriera es una coming-of-age que narra la historia de Emilia, una joven que se enamora de su prima en el México posrevolucionario, donde esas realidades “no debían existir”. Las circunstancias la obligan a emprender un viaje de Mascota hacia el mar, a través de la Sierra Madre, y convertirse en arriera. En su travesía topará con personajes solitarios, pueblos olvidados y promesas por cumplir.
La historia es, además, un viaje de autodescubrimiento, donde Emilia explora su identidad y su sexualidad. En palabras de Fregoso, “es un homenaje a las mujeres del pasado, al sufrimiento que tuvieron que enfrentar, pues son voces que no aparecen en los libros de historia ni en ningún lugar. Guardaron sus historias en el corazón”.
La arriera (México, 2024)
Dirección: Isabel Cristina Fregoso (El aliento de Dios)
Con: Andrea Aldana, Alejandra Cosío, Luis Vegas, Damayanti Quintanar, Mayra Batalla, Christian Ramos y Sasha González.
Producción: FILMA Jalisco, Machete (La jaula de oro, Huesera).
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