Ante el lanzamiento del tráiler oficial, es el director de la cinta quien promete un espectáculo único.
En 2022, tras numerosos retrasos y una notable expectativa, Joseph Kosinski entregó una de las más gratas sorpresas en los últimos años. Top Gun: Maverick, la secuela del título ochentero, y con Tom Cruise como protagonista, desafió las creencias de todos y no sólo fue una gran película, también conquistó la taquilla mundia, rompió récords y se llevó 6 nominaciones al Oscar. ¿Cómo se sigue una trayectoria tras semejante logro? F1, con Brad Pitt, Lewis Hamilton y una tecnología revolucionaria, promete ser la respuesta definitiva.
¿Qué veremos en F1?
Apodado “el más grande que nunca fue”, Sonny Hayes (Brad Pitt) fue el fenómeno más prometedor de la Fórmula 1 de los años 90… hasta que sufrió un espectacular accidente. Treinta años después es un piloto a sueldo, y de pronto es abordado por su excompañero de equipo, Ruben Cervantes (Javier Bardem), dueño de un equipo de F1 en problemas que está al borde del colapso. Ruben convence a Sonny de regresar a la Fórmula 1 para una última oportunidad de salvar el equipo y ser el mejor del mundo.
Competirá junto a Joshua Pearce (Damson Idris), el joven prodigio del equipo decidido a marcar su propio ritmo acelerado. Pero mientras los motores rugen, el pasado de Sonny lo alcanza y se da cuenta de que en F1, tu compañero de equipo es tu competencia más feroz, y el camino hacia la redención no es algo que puedas recorrer solo.

La influencia de Lewis Hamilton
En 2024, el exitoso corredor de la Fórmula 1 confesó que se arrepentía de rechazar una participación en Top Gun: Maverick. Su complicada agenda impidió que formara parte de dicho éxito, lo cual fue doloroso porque es gran fan de la cinta original. Para resarcir el “error”, Hamilton se reunió con Joseph Kosinski y planificaron una película que no explorara los aires, sino las carreras. Para celebrar el lanzamiento del tráiler oficial de F1, se llevó a cabo una conferencia de prensa donde Kosinski reveló todos los detalles de esta ambiciosa película. Y no hubo mejor manera de iniciarla que con palabras del mismo Hamilton.
“Como habrán oído, la película se rodó durante las carreras de F1 a lo largo de una temporada. Y con Joseph al mando, el público de todo el mundo se sentirá como si estuviera en la pista, al volante. Puede que incluso reconozcan algunas caras del mundo de las carreras de Fórmula 1. Como alguien que ha dedicado toda su vida a este deporte, me siento muy honrado de haber trabajado junto a este equipo de actores y cineastas”.
Kosinski reveló que, durante la pandemia, se dedicó a ver numerosas carreras de F1. Por ello, la adición de Hamilton al equipo de creativos cayó de la mejor manera. Vio el deporte como algo único, capaz de sorprender. todos, y se le ocurrió que podía contar la historia de un personaje visto como alguien “menor”, y que a largo plazo sorprendiera con sus habilidades. Lewis no sólo participó en algunos aspectos de la parte técnica, sino también contando experiencias que nutrieran el guion (escrito por Ehren Kruger).
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Adrenalina real

Si por algo sobresalió la secuela de Top Gun, fue por mostrarnos acrobacias aéreas y secuencias con un alto grado de realismo. Consciente de todo lo que logró con su proyecto anterior, Kosinski quiso superar la hazaña y comenzó a pensar en cómo podía filmar las carreras de forma que transmitieran total emoción. Lo primero fue encontrar a dos actores que no tuvieran miedo del reto y lo arriesgaran todo. Gracias a ello, todas las escenas donde vemos a Brad Pitt y Damson Idris dentro de los vehículos son completamente reales. Por suerte, ambos desarrollaron una gran habilidad.
“Brad y Damson conducen en esta película, y para que se subieran a estos coches de carreras, se necesitaron meses, literalmente meses de entrenamiento. Pero el primer día fue divertidísimo. Estábamos Brad, Lewis Hamilton y yo juntos en la pista, todos subiendo a los coches y conduciendo unos a otros en deportivos. Tener a Lewis Hamilton como instructor de conducción es algo que nunca olvidaré. Pero lo que aprendimos, y lo que realmente le interesaba a Lewis, era ver si Brad sabía conducir bien. Porque si Brad no sabía conducir, la película no iba a funcionar”.
Según las palabras del director, no se necesita ser fan de este deporte si se quiere disfrutar una película como F1. Si son de los que disfrutan la inmensidad de una sala de cine, hay muchos aspectos técnicos que harán la experiencia fascinante e inolvidable. Las carreras que se verán son totalmente verosímiles, y para lograrlas se construyeron algunos vehículos que pudieran cargar el equipo de filmación necesario. Fue un arduo trabajo para los protagonistas, pero también para quienes manejaban las cámaras y se encargaban de recolectar el material filmado. El resultado promete complacer a todos los gustos.

“Ver a Brad conducir a velocidades superiores a 290 kilómetros por hora fue realmente impresionante, porque no es algo que se aprende de la noche a la mañana. Y la dedicación y el enfoque que Brad puso en este proceso han sido asombrosos. Esta película lo tiene todo: Brad Pitt, velocidad, emoción, una historia épica de un perdedor, drama, humor y un toque de romance”, agregó Hamilton.
El desafío de la Fórmula 1
Como se mencionó anteriormente, el equipo tras la cinta pasó un año acudiendo a carreras en todas partes del mundo. Se filmaron momentos reales y todo lo necesario para capturar la velocidad y adrenalina que se viven en las pistas. Esto involucró un gran trabajo de logística, pues se tuvo que supervisar la labor de los actores, el buen funcionamiento de cámaras y otras herramientas, así como la utilidad de las locaciones. En cada una de ellas había entre 24 y 30 cámaras listas para captarlo todo, ya que los tiempos tampoco estaban a favor del equipo. “No creo que el público de cada carrera supiera que Brad Pitt estaba en uno de los carros frente a ellos”, bromeó el director.
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Con talentos como Javier Bardem y Kerry Condon, el drama y los duelos actorales no podían quedar fuera. Además de preocuparse por lo sucedido en las pistas y con los vehículos, Kosinski se enfocó en lo que pasaba dentro de los estadios. Fue una forma diferente de trabajar, pues en vez de tener un día entero para cumplir con las escenas, en las locaciones se tenía el tiempo contado. Todos pusieron lo mejor de sí para lograr una película digna de la pantalla más grande posible.

“No teníamos 15 tomas para conseguirlo, así que en verdad íbamos por ello. Tuvimos que desarrollar un sistema de cámara completamente nuevo, tomando todo lo que aprendimos en Top Gun: Maverick y llevándolo mucho más allá. No se pueden poner 27 kilos de equipo en un coche de carreras y esperar que rinda igual. Así que tomamos esas cámaras y trabajamos en estrecha colaboración con Sony, reduciéndolas a aproximadamente un cuarto del tamaño”.
“Y además, algo que realmente quería hacer en esta película era poder operar y mover las cámaras mientras rodábamos, algo que no pudimos hacer en Top Gun. Contamos con soportes motorizados en el coche. Así que hay transmisores que mandan la imagen (a la cabina); todo se movía como un programa de televisión en vivo. Se invirtió mucha investigación, tecnología y desarrollo para poder grabar”.
Acción, actores ganadores del Oscar, y un equipo preparado para ofrecer la emoción de la Fórmula 1 en una sala de cine. ¿Listos para emprender la más grande carrera del verano? F1, filmada con cámaras IMAX, llegará a las salas de Cinépolis el 26 de junio.
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