La actriz se defiende de haters y medios en general.
Luego de una importante carrera en el mundo de la música, Ariana Grande está por enfrentarse a su reto actoral más grande hasta la fecha: dar vida a Glinda en Wicked. El esperado musical ha despertado una gran expectativa no sólo por el material en que se basa, sino también por la actuación de la cantante en tan icónico personaje. Tristemente, el trabajo de Ariana Grande se ha visto ligeramente eclipsado por críticas hacia la voz que usa en Wicked. No son pocos quienes, desde el primer tráiler, han señalado su tono como un ligero distractor.
En entrevista para Vanity Fair, la actriz y cantante habló de cómo toma las críticas hacia su trabajo en la película de Jon M. Chu. Después de una ardua filmación e interpretar el papel que buscó durante años, Ariana afirma que hay una sensación triste y al mismo tiempo molesta.
“Hay una parte del mundo que no está familiarizada con lo que se necesita para transformar tu voz, ya sea cantar, adoptar un dialecto diferente para un papel o hacer la voz de un personaje para algo.
Haciendo una comparativa con lo que otros actores han hecho en los últimos años, Grande cree que hay una diferencia en cómo se trata a las mujeres que se meten tanto en un papel. Hace un par de años, por ejemplo, Austin Butler aplicó una técnica similar cuando interpretó a Elvis Presley. También se le criticó por hablar como el cantante incluso meses después de que la película llegara a los cines. Según Ariana, eso es una parte más del trabajo.
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“Cuando es un actor masculino el que lo hace, es aclamado. Definitivamente también se hacen bromas, pero siempre son después de recibir elogios: ‘Oh, vaya, estaba tan perdido en el papel’. Y eso es solo una parte del trabajo, en realidad. Es un cuento tan antiguo como el tiempo siendo una mujer en esta industria. Te tratan de manera diferente y estás bajo un microscopio de una manera que algunas personas no lo están”, agregó.
El momento más álgido de la polémica llegó en el verano, cuando en una entrevista Ariana Grande usó diversos registros vocales a la hora de hablar. Esto, evidentemente, le trajo numerosas críticas, pues no se encontraba interpretando a Glinda ni haciendo una actuación en particular. Ella se defendió argumentando que siempre lo hacía dependiendo de cuánto había cantado recientemente. Se siente orgullosa de las decisiones que toma respecto a su voz. Además, tiene una fuerte opinión sobre el papel de los medios a la hora de hablar sobre su trabajo. Cree que primero la hicieron ver muy amigable, y luego la señalaron de diva tras sus éxitos musicales.
“Honestamente, me ha costado mucho trabajo poder durar tanto tiempo y sanar ciertas partes de mi relación con la fama y con lo que hago debido a estos tabloides que han tratado de destruirme desde que tenía 19 años. ¿Sabes qué? Tengo 31 años y no soy una persona perfecta, pero definitivamente soy profundamente buena y estoy orgullosa de en quién me estoy convirtiendo. Nunca dejaré que los malvados tabloides de mala reputación arruinen mi vida o mi percepción de lo que es real y bueno”.
¿A ustedes les parecen justas las críticas por la voz de Ariana Grande en Wicked? ¿Creen que los actores hacen bien al tomar las características de su personaje más allá de los sets?
Wicked llegará a las salas de Cinépolis el 21 de noviembre.
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