Grandes películas cumplen aniversario en 2025 ¡Estas son algunas de ellas!
¡El primer cuarto de siglo ya está aquí! Buen momento para emocionarnos por todas las películas que estrenarán en el transcurso de los próximos doce meses, pero también para mirar atrás y celebrar los clásicos de todos los tiempos que han forjado la industria hasta nuestros días. Y es que como cada año, el 2025 llega cargado de aniversarios destacados que merecen ser rememorados.
Enlistar todas estas obras sería imposible. Es por esto que nos decantamos por la más representativa de cada década, desde 1915 hasta el 2015, pero sin olvidarnos de algunas menciones especiales.
Adventures of Sherlock Holmes (Dir. J. Stuart Blackton, 1905)
Si de franquicias longevas se trata, es comprensible que muchos piensen en Star Wars, Godzilla o el Marvel Cinematic Universe, por nombrar algunas. Todas cuentan con grandes recorridos, pero que se quedan cortos ante el impresionante historial de Sherlock Holmes con 211 adaptaciones cinematográficas… ¡y contando!
Mucho se ha debatido sobre cuál fue la primer producción inspirada en el personaje de Arthur Conan Doyle. Aunque los registros apuntan a Sherlock Holmes Baffled estrenada en 1905, su valor fílmico suele ser puesto en duda por tratarse de un trick film de apenas 30 segundos de duración y realizado en formato mutoscopio que sólo podía ser visto por una persona a la vez. Por esto mismo, el grueso de los aficionados han concedido el privilegio a Adventures of Sherlock Holmes, también conocido como Held for Ransom, estrenado en 1905, o lo que es lo mismo, hace 120 años.
A pesar de su valía, buena parte del filme se ha perdido para siempre, y sólo unos cuantos fragmentos son resguardados por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Ni siquiera se sabe con certeza quién interpretó al célebre detective, siendo Gilbert M. ‘Broncho Billy’ Anderson y Maurice Costello los contendientes al crédito. En cualquier caso, se trata de una pieza imprescindible en la historia del cine, y cuyo legado merece ser recordado y celebrado.
El nacimiento de una nación (Dir. D.W. Griffith, 1915)
El nacimiento de una nación suele ser recordado como el filme más racista de todos los tiempos, así como uno de los más polémicos. Esto ha provocado incontables esfuerzos por erradicarla de la memoria, cuando es precisamente por esto que la exige ser recordada.
Se trata de una suerte de épica estadounidense que aprovecha la Guerra Civil como eje de las acciones. Es así como conocemos a los Stoneman y los Cameron, dos familias cuya amistad colapsa con el estallido del conflicto bélico. La representación de la crisis abre el camino a incontables muestras de intolerancia y racismo, lo que incluye incontables ataques a personas de color –interpretados por caucásicos en uno de los usos más infames de la caracterización denominada como blackface–,el asesinato de Abraham Lincoln y el surgimiento del Ku Klux Klan como una alternativa para mantener el orden social.
Fue la primera película proyectada en la Casa Blanca, en una función privada para el entonces presidente Woodrow Wilson. Aunque hoy día es objeto de censura, la recordamos –pero nunca la celebramos– convencidos de que todos aquellos que no conocen la historia están condenados a repetirla.
Otros estrenos destacados del año: Les vampires (Dir. Louis Feuillade), Alicia en el país de las maravillas (Dir. W.W. Young).
El acorazado Potemkin (Dir. Sergei Eisenstein, 1925)
El acorazado Potemkin es considerada la obra maestra de Sergei Eisenstein, así como uno de los puntos más altos del cine soviético. Irónicamante, es también una de las producciones más temidas de la historia, al grado que enfrentó la censura en países como Estados Unidos, Francia y Reino Unido ante el riesgo de propagación de sus mensajes comunistas.
El filme se inspira en el motín del navío titular ocurrido en Odesa en 1905. El conflicto inicia cuando los marineros se manifiestan contra las tiránicas condiciones laborales por parte de sus superiores, lo que incluye una alimentación a base de carne podrida. Las hostilidades se intensifican cuando la tripulación recibe el respaldo de un pueblo cansado de las injusticias.
Curiosamente, su mítica secuencia de los escalones de Odesa no formaba parte del guion, sino que fue añadida durante la producción. El hecho definió el curso de la historia, pues hoy día es considerado como un momento cumbre de la cinematografía mundial.
Otros estrenos destacados del año: El fantasma de la ópera (Dir. Rupert Julian, Lon Chaney, Enst Laemmle), La quimera de oro (Dir. Charles Chaplin).
La novia de Frankenstein (Dir. James Whale, 1935)
¿Cuál es el punto más alto de Universal Monsters? Difícil respuesta, pero podemos decir sin temor a equivocarnos que La novia de Frankenstein está entre las principales contendientes a la distinción. Por años fue vista como una mera heredera de las glorias del clásico original protagonizado por Boris Karloff. El tiempo le hizo justicia, al grado que hoy día muchos aficionados y académicos la consideran como una obra muy superior a su predecesora.
Para ello, la producción se desentendió por completo del clásico literario de Mary Shelley, decantándose por un guion completamente original. Es así como descubrimos que el Dr. Frankenstein sobrevivió a las embestidas del aterrorizado pueblo y que motivado por un genio aún más disparatado, decide crear una pareja para su solitaria criatura.
Generó fascinación y escándalo con sus críticas y reflexiones, muchas de las cuales resultaron considerablemente más crudas a las vistas en la primera entrega. Cinematográficamente hablando, dejó una de las metanarrativas más exquisitas que se hayan visto, con Elsa Lanchester en una memorable doble interpretación de Mary Shelley y la Novia. Como dato curioso, los créditos nunca enlistaron a la actriz en este último papel con el fin de mantener el suspenso entre el público.
Otros estrenos destacados del año: Los 39 escalones (Dir. Alfred Hitchcock), El triunfo de la voluntad (Dir. Leni Riefenstahl), El lobo humano (Dir. Stuard Walker).
Las campanas de Santa María (Dir. Leo McCarey, 1945)
No tiene la popularidad de Casablanca o Tuyo es mi corazón, y aún así Las campanas de Santa María ocupa un lugar de honor entre los títulos más memorables de Ingrid Bergman. La sueca se desprende temporalmente de la intensidad que la caracterizó a lo largo de toda su filmografía para protagonizar una historia amable y que invita a creer en un mundo mejor. Una historia necesaria a más de un lustro de haber iniciado la II Guerra Mundial.
El filme nos introduce al interior de una escuela católica donde el padre O’Malley y la hermana Mary Bendict realizan toda clase de esfuerzos en beneficio de su institución y muy concretamente de sus estudiantes. No esperen una obra moralista, sino una muy divertida que arranca incontables sonrisas.
Su noble trama, aunada al talento y la estupenda química de su dupla estelar integrada por Bing Crosby y la ya mencionada Ingrid Bergman, la convirtió en la primera secuela en ser nominada al Oscar a Mejor película. Un mérito mayor si consideramos que la original fue acreedora a la codiciada estatuilla apenas el año anterior.
Otros estrenos destacados del año: Indiscreción (Dir. Peter Godfrey), El vengador invisible (Dir. René Clair).
Rebelde sin causa (Dir. Nicholas Ray, 1955)
El año de 1955 fue decisivo en el legado de James Dean. Estrenó Al este del paraíso que le valió su primera nominación al Oscar; falleció en un accidente automovilístico a bordo de su coche popularmente conocido como Little Bastard; selló su inmortalidad al ascenderlo como el símbolo perpetuo de una juventud que no entiende de reglas ni razones con el estreno de Rebelde sin causa.
La película gira en torno a un joven cuyos demonios internos le hacen incapaz de encontrar su lugar en el mundo. Recibirá, sin embargo, una nueva y quizá última oportunidad de lograrlo en su nuevo hogar. Ni siquiera sus esfuerzos le impedirán hacerse con nuevos enemigos ni añadir nuevos episodios en su turbulento historial.
Ha sido objeto de incontables alabanzas por su dura crítica social, tanto a la decadente juventud americana de la época como a la actitud incapaz e indiferente de tantos padres en su relación con sus hijos. Sus mensajes, tan certeros en una época caracterizada por la liberación y el distanciamiento, se dispararon con la desesperanza suscitada de la escalada de violencia provocada por la Guerra de Vietnam que comenzó en este mismo año y que truncó el sueño americano en incontables jóvenes del país norteamericano.
Otros estrenos destacados del año: Al este del paraíso (Dir. Elia Kazan), La comezón del séptimo año (Dir. Billy Wilder), La dama y el vagabundo (Dir. Clyde Geronimi, Wilfred Jackson, Hamilton Luske), Para atrapar a un ladrón (Alfred Hitchcock).
La novicia rebelde (Dir. Robert Wise, 1965)
Sólo un año después de su histórica participación en Mary Poppins, Julie Andrews regresó por todo lo alto al cine musical para afianzarse como una de las mayores referentes del género con La novicia rebelde.
De nueva cuenta, la actriz interpreta a una institutriz que debe hacerse cargo de los niños al interior de una familia quebrada. Esta vez, sin embargo, la situación es considerablemente más dura, pues la trama se desarrolla en una Austria al borde de la anexión Nazi. Las complicaciones aumentan porque el padre, militar de profesión, deberá decidir entre su lealtad a su trabajo o a sus valores, lo que invariablemente incluye a sus hijos.
La historia, para sorpresa de muchos, no fue creada para la pantalla ni para los escenarios, pues realmente eran las memorias escritas por Maria von Trapp bajo el título The Story of the Trapp Family Singers y publicadas en 1949 para promocionar a la familia musical tras el deceso de Georg en 1947. Su primera adaptación, irónicamente, se dio en Alemania en 1956 con el nombre de The Trapp Family y su buena recepción resultó en la secuela The Trapp Family in America estrenada un par de años después. Fue en 1959 cuando la historia que todos conocemos debutó en Broadway y seis años después llegó a las pantallas donde ha cautivado al público por generaciones.
Otros estrenos destacados del año: Doctor Zhivago (David Lean), Help! (Dir. Richard Lester), La historia más grande jamás contada (Dir. George Stevens), Pierrot el Loco (Dir. Jean-Luc Godard), Por unos dólares más (Dir. Sergio Leone), Repulsión (Dir. Roman Polanski).
Atrapado sin salida (Dir. Miloš Forman, 1975)
Si Miloš Forman es considerado uno de los cineastas más brillantes, así como uno de los más valientes que ha dado el cine, se debe en buena medida a su labor en Atrapado sin salida. Hablamos, después de todo, de una de las tres películas en toda la historia que se han alzado con el denominado Big Five de los Premios de la Academia: Mejor película, director, guion, actriz y actor. Su grandeza va más allá de los reconocimientos.
La adaptación de la novela One Flew Over the Cuckoo’s Nest de Ken Kesey fue anunciada en 1962, pero los retos propios de la trama requirieron trece años de producción. Su historia se centra en un hombre juzgado por estupro que alega demencia para evitar la prisión. Grave error, pues su decisión lo llevará a una clínica mental regida por la dura enfermera Ratched, quien no dudará en tomar medidas drásticas para garantizar la calma en el pabellón. Un argumento memorable que roza el cielo cinematográfico con las exquisitas interpretaciones de Jack Nicholson y Louise Fletcher.
El cineasta tomó toda clase de medidas para alcanzar el máximo nivel de realismo: desde filmar sin que sus actores se percataran de ello hasta incluir varios enfermos mentales en el rodaje. Esto último resultó en varios contratiempos e incluso algunos accidentes, pero resultó decisivo para que la crítica internacional la elevara como una de las mejores películas de todos los tiempos. Una etiqueta que sigue ostentando hasta nuestros días.
Otros estrenos destacados del año: El show de terror de Rocky (Dir. Jim Sharman), Los tres días del cóndor (Dir. Sydney Pollack), Saló o los 120 días de Sodoma (Dir. Pier Paolo Pasolini), Tarde de perros (Dir. Sidney Lumet), Tiburón (Dir. Steven Spielberg).
Ven y mira (Dir. Elem Klimov, 1985)
1985 suele ser considerado uno de los puntos más memorables del cine ochentero. Hablamos, después de todo, del año de títulos clave como Volver al futuro, Los Goonies y El club de los cinco. Esta jovialidad contrasta con el estreno de la que tiende a ser considerada como la representación más cruenta de la II Guerra Mundial o de cualquier otro conflicto bélico que haya sido llevado a la pantalla: Ven y mira.
La película nos introduce con un joven que decide sumarse a la resistencia soviética en la lucha contra las fuerzas alemanas tras encontrar un viejo rifle. No pasará mucho para que sus nobles intenciones colapsen de lleno con los inimaginables horrores vividos en el campo de batalla.
Su extrema dureza no es casualidad, ya que los sucesos relatados fueron vividos en carne propia por el guionista Ales Adamovich, quien decidió rememorarlos a modo de exorcismo, pero también con la esperanza de que su brutalidad sirviera de advertencia a un mundo sumido en eterno conflicto. Aunque sus orígenes soviéticos le impidieron tener el impacto mediático de muchos otros filmes sobre la II Guerra Mundial, su gran calidad, el creciente interés en industrias fílmicas menos exploradas y las recientes crisis entre Ucrania y Rusia, y Palestina e Israel le han dado nuevos bríos a sus poderosos mensajes.
Otros estrenos destacados del año: Brasil (Dir. Terry Gilliam), El club de los cinco (Dir. John Hughes), Leyenda (Dir. Ridley Scott), Los Goonies (Dir. Richard Donner), Volver al futuro (Dir. Robert Zemeckis).
Se7en (Dir. David Fincher, 1995)
Puede que David Fincher debutara en el largometraje con Alien 3, pero las turbulencias detrás del rodaje han propiciado que una buena parte del público descartara este título dentro de la exitosa filmografía del director. Por esto mismo, son muchos los que consideran que la verdadera ópera prima del cineasta es Se7en, al ser la primera producción que realmente le permitió demostrar sus cualidades que le llevarían a ser considerado como uno de los mejores realizadores de todos los tiempos.
El thriller, bien conocido con todos, pone su foco en dos detectives que intentan resolver el caso más desafiante de sus respectivas carreras: un asesino serial cuyos crímenes se inspiran en los siete pecados capitales. Una premisa básica que permite conocer los detalles de la trama, pero que se queda corta ante la genialidad del guion, la calidad de la dupla central interpretada por Brad Pitt y Morgan Freeman, así como la brutalidad de las imágenes. Todo esto, sin olvidarnos de ese giro final que sigue siendo objeto de adoración a treinta años de distancia.
Pieza de culto hasta nuestros días, la película estuvo cerca de no concretarse, ya que David Fincher no estaba muy convencido de regresar al cine tras su infame experiencia con Alien 3. Afortunadamente el guion lo atrajo, al igual que a todos sus actores. Fue así como surgió uno de los títulos más celebrados de su tiempo y como comenzó una de las carreras realizadoras más memorables de los últimos años. Una que nos dejaría a un auténtico maestro del thriller.
Otros títulos destacados del año: Corazón valiente (Dir. Mel Gibson), Fuego contra fuego (Dir. Michael Mann), Jumanji (Dir. Joe Johnston), Mientras dormías (Dir. Jon Turteltaub), Showgirls (Dir. Paul Verhoeven), Sospechosos comunes (Dir. Bryan Singer), Toy Story (Dir. John Lasseter).
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Secreto en la montaña (Dir. Ang Lee, 2005)
El western ha recurrido a toda clase de actualizaciones para ahondar en el corazón de una unión americana en continuo cambio. Una de sus reinvenciones más brillantes se dio hace 20 años, cuando desechó la rudeza que siempre caracterizó al cowboy en beneficio de un enternecedor romance entre dos vaqueros del mismo género.
El filme dirigido por Ang Lee, y protagonizado por Heath Ledger y Jake Gyllenhaal inicia en el oeste de los 60, con dos hombres contratados para cuidar de una granja bovina y que terminan sumidos en una relación prohibida ante los ojos de la sociedad. Una que continuará con el paso de los años y que eventualmente los obligará a cuestionarse quiénes son en realidad.
Su enorme calidad y su impresionante palmarés la posicionaron como la gran favorita en la carrera por el Oscar, pero al final la Academia se decantó por Crash, en la que suele ser considerada una de las decisiones más sorpresivas, por no decir infames, en la historia del certamen. Poco importó, pues el público y la crítica han garantizado su paso a la historia como una de las mejores películas en lo que va del siglo XXI.
Otros estrenos destacados del año: Batman inicia (Dir. Christopher Nolan), Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero (Dir. Andrew Adamson), La guerra de los mundos (Dir. Steven Spielberg), Munich (Dir. Steven Speilberg), Orgullo y prejuicio (Dir. Joe Wright), Star Wars: Episodio III – El despertar de la Fuerza (Dir. George Lucas).
La bruja (Dir. Robert Eggers, 2015)
Los numerosos horrores enfrentados en lo que va del siglo XXI se han manifestado de lleno en el cine de terror que ha incursionado en una auténtica edad de oro. Una tendencia que puede apreciarse en los títulos estrenados, pero también en los directores responsables y en los actores que integran los repartos. Y claro, en los poderosos mensajes simbólicos detrás de las distintas obras. La bruja es un perfecto ejemplo de esto.
Ópera prima de Robert Eggers y película debut de Anya Taylor-Joy, la obda nos traslada a la Nueva Inglaterra del siglo XVII. Es así como conocemos a una familia que, tras ser privada de la protección de la comunidad a causa una disputa religiosa, empieza a ser aquejada por una fuerza maligna que la conducirá a la más temible oscuridad.
Acumula su primera década como objeto de estudio y alabanza. Académicos especializados en el terror la consideran una brillante representación del puritanismo estadounidense, que ha recurrido a los métodos más violentos para justificar su idea de familia y sociedad, lo que ha resultado en una nación corrupta, por no decir maldita, desde sus cimientos.
Otros estrenos destacados del año: Intensa-mente (Dir. Pete Docter, Ronnie del Carmen), Mad Max: Furia en el camino (Dir. George Miller), Los ocho más odiados (Dir. Quentin Tarantino), Sicario (Dir. Denis Villeneuve).
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