¿En qué se parecen La gran muralla, El llanero solitario y la reciente Ghost in the Shell? Todas generaron polémica por el whitewashing de sus personajes.
Pero el blanqueo no es exclusivo de los grandes blockbusters, siendo el cine bíblico un buen ejemplo de ello. Los textos indican que estas historias se desarrollan en medio oriente, pero nada de esto ha evitado que Hollywood recurra a actores caucásico como protagonistas de sus adaptaciones. ¿Quiénes han sido los personajes religiosos más afectados por esta situación? Les presentamos nuestra selección con algunos títulos que seguramente verán en esta Semana Santa.
Ben-Hur
Quizá Ben-Hur no forme parte de la historia religiosa, pero su argumento –adaptado de la novela A Tale of Christ de Lew Wallace– coincide directamente con la vida de Jesús, al grado que el príncipe de Jerusalem decide convertirse al cristianismo tras toparse con el Mesías. Hollywood ha batallado duramente por encontrar la imagen definitiva del personaje: el primero esfuerzo llegó con la interpretación del méxico-estadounidense Ramón Navarro en Ben-Hur (Varios, 1925), catalogado por muchos como el ‘latin lover’ del cine silente. El segundo intento fue para el norteamericano Charlton Heston con Ben-Hur (Dir. William Wyler, 1959), cuya brillante encarnación casi nos hizo olvidar el blanqueo. Más recientemente tuvimos al británico Jack Huston con Ben-Hur (Dir. Timur Bekmambetov, 2016), quien asumió el papel ante los fallidos esfuerzos por contratar a Tom Hiddleston. Parece poco probable que veamos una nueva adaptación del personaje por un buen rato, pero estamos seguros que el cine sorprenderá nuevamente con otro casting inesperado.
Moisés
Moisés figura entre los personajes más importantes del Antiguo Testamento, al ser el gran liberador del pueblo judío y encargado de transmitir información divina de alta importancia. No sorprende que su épica haya sido adaptada en decenas de ocasiones, siendo Charlton Heston el principal exponente con Los Diez Mandamientos (Dir. Cecil B. DeMille, 1956). Pero esta cinta era apenas el principio, pues años después vimos interpretaciones de Burt Lancaster, Ben Kingsley y hasta Mel Brooks por Moses the Lawgiver (Dir. Gianfranco De Bosio, 1974), Moses (Dir. Roger Young, 1995) y La Loca Historia del Mundo (Dir. Mel Brooks, 1981) respectivamente. La más reciente –y quizá más polémica– elección fue para Éxodo: Dioses y Reyes (Dir. Ridley Scott, 2014), con Christian “Batman” Bale como Moisés y Joel Edgerton como Ramsés II.
Noé
El arca de Noé brilla entre los pasajes más importantes de la Biblia, pero ni siquiera esto evitó que el patriarca experimentara todo tipo de blanqueos en sus continuos saltos al cine. Las encarnaciones más famosas hasta hace unos años correspondían a John Huston y Jon Voight con La Biblia (Dir. John Huston, 1966) y El arca de Noé (Dir. John Irvin, 1999) respectivamente. Pero todo cambió con Noé (Dir. Darren Aronofsky, 2014) que mostró al australiano Russell Crowe como el personaje central y a Jennifer Connelly, Douglas Booth, Logan Lerman y Emma Watson como su leal familia. Mención aparte para Anthony Hopkins como el Matusalén más europeo que jamás pudimos imaginar.
Jesús
La apariencia de Jesús ha generado incontables debates a través de la historia: la imagen presentada por la Iglesia Católica está tan arraigada que pocas veces la cuestionamos, sin embargo estudios científicos aseguran que el profeta realmente debió tener rasgos árabes. ¡Esto convertiría al Mesías en el mayor caso de whitewashing de todos los tiempos! Nada de esto parece incomodar a los altos mandos de Hollywood, quienes han aprovechado el popularizado físico para castings realmente blancos: Jeffrey Hunter brilla como el principal exponente con Rey de Reyes (Dir. Nicholas Ray, 1961); Max von Sydow realizó un estupendo trabajo en La más Grande Historia Jamás Contada (Dir. George Stevens, 1965); Willen Dafoe hizo lo propio en su polémica La Última Tentación de Cristo (Dir. Martin Scorsese, 1988); Jim Caviezel mantuvo la tendencia en La Pasión de Cristo (Dir. Mel Gibson, 2004); más recientemente Ewan McGregor incrementó la lista con Los Últimos Días en el Desierto (Dir. Rodrigo García, 2015). A esta lista agregamos a Ted Neeley con el musical Jesucristo Superestrella (Dir. Norman Jewison, 1973) y al irreverente Kenneth Colley con La Vida de Brian (Dir. Terry Jones, 1979). El whitewashing seguirá generando polémica por un buen rato y parece poco probable que la tendencia cambie para las encarnaciones cinematográficas de Jesús. O como mostrara el ilustrador Joshua Luna…
Dios
¿Cómo es Dios? La Biblia no ofrece descripciones al respecto y no sorprende que el cine aprovechara esta situación para tomarse toda clase de libertades en sus adaptaciones. El resultado incluye –literalmente– toda clase de encarnaciones: la cantante Alanis Morrisette en Dogma (Dir. Kevin Smith, 1999), el afroamericano Morgan Freeman en Todopoderoso (Dir. Tom Shadyac) o el belga Benoit Poelvoorde de El Nuevo Nuevo Testamento (Dir. Jaco Van Dormael, 2015), por nombrar algunos. Lo más curioso es que mientras Hollywood aprovecha esta inusitada diversidad, series irreverentes como Los Simpson o Padre de Familia han sido más apegadas a la imagen del hombre maduro y de larga barba cana.