Irónicamente, los comentarios en su contra lo convirtieron en la gran estrella que es hoy.
Gracias a su talento, carisma, y millones de fans en todo el mundo, Timothée Chalamet se ha convertido en uno de los actores más importantes en la actualidad. Títulos como Llámame por tu nombre, Wonka y la franquicia Duna nos hablan de un histrión capaz de hacer cualquier personaje. Sin embargo, llegar a ese punto fue complicado, especialmente por su físico. A pesar de su capacidad actoral, Timothée Chalamet enfrentó críticas por no tener el cuerpo esperado en la industria, algo que lo llevó a perder importantes proyectos.
En entrevista con Zane Lowe, de Apple Music, el protagonista de Un extraño desconocido habló de cuán difícil fue conseguir papeles en las primeras etapas de su carrera. Chalamet comenzó en la industria justo cuando varias franquicias juveniles estaban en su apogeo, y por ello creyó que podía buscar un rol en ellas. Pero fueron las palabras de un agente las que, de algún modo, truncaron sus planes.
“Si hacía una audición para Maze Runner o Divergente, cosas de esa variedad que aparecían cuando yo estaba empezando, la respuesta siempre era: ‘Oh, no tienes el cuerpo adecuado’. Tuve un agente que me llamó y me dijo: ‘Tienes que ganar peso’, básicamente. No lo hizo de manera agresiva, pero ya sabes”.
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La carrera de Chalamet está a punto de enfrentar un gran reto. Próximamente, el actor interpretará a Bob Dylan en la ya mencionada Un extraño desconocido. Desde que se revelaron imágenes del actor caracterizado, las expectativas crecieron. A pocas semanas del estreno, mucho se habla sobre lo que puede lograr Timothée con el personaje. Más allá de su actuación, hay algo que emociona a muchos fans: la conexión entre ambos.
“Puedo identificarme con algunas de las cosas por las que pasó. Bob quería ser una estrella de rock & roll – Buddy Holly, Little Richard, Elvis Presley – ese era, dependiendo del punto de vista, el tipo de música pop y rock & roll que estaba saturada y comercializada para niños a finales de los años 50. Del mismo modo, yo quería ser un gran actor de cine”.
En vez de someterse a extenuantes entrenamientos y subidas de peso que le aseguraran papeles populares, el actor decidió trabajar en producciones que representaban lo opuesto. Así llegó a Llámame por tu nombre, Beautiful Boy: Siempre serás mi hijo y Lady Bird. Si algo nos demuestra su carrera es que tomó la decisión correcta, pues esos títulos lo han convertido en el impresionante intérprete que conocemos.
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“Encontré mi camino hacia estas películas tan personalizadas. Para [Dylan], era música folk. No podía mantener una banda de rock & roll porque todos serían contratados por otros chicos que tenían más dinero, literalmente, en Minnesota. Entonces, para mí, fue encontrar un estilo de película muy personal. De bajo presupuesto, con espacio similar al teatro; ahí es donde encontré mi ritmo, confianza, estilo, como sea que quieran llamarlo”, finalizó.
Al final del día, Timothée Chalamet sí consiguió esas grandes producciones de las que alguna vez fue rechazado por su cuerpo. Ambas partes de Duna (y Wonka) son el mejor ejemplo, pues no sólo son éxitos de taquilla, sino también películas sumamente aclamadas y ganadoras de premios. Respecto a su trabajo en Un completo desconocido, muchos coinciden en que la cinta podría darle una nueva nominación al Oscar como Mejor actor. Sin duda, es un ejemplo de que no seguir la corriente puede convertirse en la decisión correcta.
A una década de su terrible experiencia, ¿les habría gustado ver a Timothée Chalamet en Maze Runner o Divergente? ¿Creen que su carrera habría seguido el mismo camino?
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