La mujer está dispuesta a vender un riñón si es necesario.
Desde su creación hace más de un siglo, Disney se ha encargado de presentarnos personajes e historias verdaderamente apasionantes. Más de una generación ha caído rendida con las creaciones de la casa de Mickey Mouse, pero como suele suceder cuando algo gusta demasiado, hay quienes llegan a los peores extremos. Recientemente, una pareja acaparó titulares por su demanda a Disney, y vaya que su historia es aún más fantasiosa que muchas producciones de la compañía. A continuación te la contamos.
Scott y Diana Anderson son los protagonistas del relato, y sólo tienen un objetivo en común: volver al llamado Club 33. El problema es que los directivos de este no quieren verlos ni en pintura. El Club 33 es un club privado y exclusivo ubicado dentro de los parques temáticos de Disney. Fue concebido por el propio Walt Disney como un lugar donde recibir a patrocinadores, celebridades y personalidades importantes. Se trata de mucho más que un simple restaurante, es una experiencia única y llena de historia.
Para formar parte del Club 33 debes recibir una invitación y aceptar una larga lista de espera. Además, el costo de la membresía es bastante elevado. Los miembros disfrutan de una gran variedad de servicios exclusivos, como comidas gourmet, bebidas premium, eventos especiales y acceso a áreas restringidas de los parques. Desde 2012 y hasta 2017, Scott y Diana pagaron sus cuotas anuales, gastando hasta $125 mil dólares al año en cada una de sus visitas.
El 3 de septiembre de 2017 todo cambió. Los guardias de seguridad encontraron a Scott con signos de intoxicación alcohólica. Ante la directiva del lugar reportaron que el hombre con problemas podía decir palabras, y que no podía ponerse en pie. Su aliento confirmó que se encontraba en estado de ebriedad. Luego de que Diana protagonizara un enfrentamiento y usara un lenguaje vulgar en el Club 33, a ambos se les pidió no volver.
- Te puede interesar: ¿Por qué quieren correr a Deadpool de los parques de Disney?
Los Anderson pidieron el reembolso de $10 mil 500 dólares por los meses restantes del año, los cuales ya no pudieron usar. También pidieron una indemnización de hasta $231 mil dólares. Perdieron el caso, pero no la oportunidad de apelar. Diana dijo que vendería un riñón si eso era necesario para solventar los gastos de su abogado. Sean Macias, defensor de los Anderson, señala que a Scott jamás se le hizo una prueba de alcoholemia, mientras que Jonathan E. Phillips, abogado de Disney, afirma que se hizo lo correcto para evitar otras consecuencias.
Los Anderson buscan, desde hace siete años, volver al Club 33. Con más de $400 mil dólares gastados hasta la fecha, queda claro que muchos de sus ahorros servirán para pagar las deudas que tienen con su equipo legal, no para volver a la atracción de Disney.
“Mi esposa y yo estamos totalmente convencidos de que esto es un absoluto error y vamos a luchar contra esto hasta la muerte. No hay manera de que dejemos pasar esto. Mi jubilación se ha retrasado cinco años, dijo Scott Anderson (vía). Estoy pagando un ojo de la cara. Todos los días veo otra factura y estoy a punto de desplomarme”.
Al parecer, los Anderson buscarán una nueva apelación para el caso. Y aunque Disney les ha hecho ver su suerte, ellos sólo tienen un deseo: tener otra aceptación, estar de vuelta en el Club 33 y disfrutar de sus decoraciones, alimentos y bebidas.
Descarga la app de Cinépolis y consulta la cartelera, horarios, estrenos, preventas y promociones que tenemos para ti.
