Sobreviviendo mis XV es la nueva comedia mexicana que a partir del 21 de septiembre se puede disfrutar en salas de cine. ¿Vale la pena?
Pocas veces el cine mexicano estrena dos películas nacionales (con relativa fuerza) en la misma fecha. Sucedió en octubre de 2016, con El Jeremías y La vida inmoral de la pareja ideal. Luego volvió a pasar en marzo de 2019, con las comedias Como novio de pueblo y En las buenas y en las malas. Y en febrero de 2022 sucedió otra vez, cuando –ya en pandemia— debutaron la comedia ¡Qué despadre! y el filme de terror El exorcismo de Dios. Ahora vuelve a suceder con dos películas diametralmente distintas: el aclamado thriller psicológico Heroico y la comedia Sobreviviendo mis XV.
Sí, es nuestro muy particular #Barbenheimer (yo le llamo #Quinceroico). Y pareciera que debiéramos elegir una u otra. Pero ¿por qué hacerlo, si ambas valen la pena? En serio. Sobreviviendo mis XV merece una oportunidad en las salas de cine, y acá van 5 motivos para ver esta teen-movie mexicana.
Por su guion, que tiene una inesperada profundidad
Toda buena película inicia — y termina—con un buen guion. Y esta comedia cumple el requisito. Más aún: sorprende. Sí, vamos a encontrar infinidad de chistes relacionados con la fiesta de XV años, pero… también encontraremos cierta profundidad, y tiene que ver con sus apuntes sobre movilidad social. El tema se toca de una forma sensible e inteligente, haciéndonos reflexionar sobre la inclusión –pretendida o real— en un país que todavía es tremendamente racista y clasista.
Un segundo tema abordado de forma interesante es el estereotipo del galán guapo (y rico) y la chica guapa (y millonaria) de la escuela. Sí, esos que fácilmente serían los reyes de la prom night. Normalmente, ¿qué rol les toca desempeñar? Exacto, el de villanos odiosos, que hacen la vida imposible a la protagonista. A este respecto, hay más de una sorpresa.
Para situarla en el contexto de comedias mexicanas, Sobreviviendo mis XV supera –por mucho—a Mirreyes vs godínez o No manches Frida, y está más cerca de (mi querida) Cindy la regia. Entre películas teens mexicanas, su calidad es más cercana a Por la libre que a Lo más sencillo es complicarlo todo o la insufrible Plan V.
Por su atinado timming
Chava Cartas, el director, ha perfeccionado mucho, desde Mirreyes vs. godínez cómo ejecutar los gags. En Sobreviviendo mis XV, la mayoría de los gags tienen ritmo (esa delicada mezcla de acción y tiempo) y funcionan, porque Cartas sabe qué encuadrar (ahora la acción, ahora la reacción…) y hasta qué momento cortar. Gracias a ello, la película fluye.
Por el elenco, minuciosamente elegido
Sí, es verdad, Memo Villegas parece estar en todas las películas mexicanas de 2023, pero lo cierto es que hay algunas destacadas (El último vagón, La gran seducción). Y entre ellas también está Sobreviviendo mis XV. Villegas aquí entrega una actuación diferente, con un tono de voz distinto en particular en el momento de la presentación de la quinceañera en sociedad.
Verónica Bravo (compañera de Villegas en Harina) también fue una inmejorable elección como la empecinada madre que busca que la quinceañera cumpla con la tradición, y lo mismo puede decirse del resto de la familia.
Por los jóvenes que sí parecen adolescentes
Aún tenemos en nuestra memoria ese penoso episodio con Ben Platt. ¿Se acuerdan? El actor, treintón, repitió en cine su papel del casi puberto Evan Hansen, que le dio un Tony una década atrás, en Dear Evan Hansen. Y también tenemos en la mente a Vaselina (Grease) y sus diferentes elencos de “preparatorianos”, desde el encabezado por John Travolta y Olivia Newton John hasta… la más reciente puesta en escena en México, con los Timbiriches.
Por ello, se agradece en el alma que en una teen-movie sus actores luzcan… como adolescentes; aunque en algunos casos ya sean mayores de edad (pues ello facilita las jornadas laborales durante filmación). Es el caso de Berenice Jonguitud, la protagonista, quien genuinamente luce como una quinceañera buscando su lugar en el mundo. Su mérito es doble porque además de ser convincente como la conflictuada Danaé, también lo es como la divertida e irónica voz en off.
Por los valores de producción
En un mundo justo –donde no se mirara hacia abajo a las comedias taquilleras— esta película merecería en 2024 al menos dos nominaciones al Ariel: Vestuario y Diseño de arte. De los vestuarios, fácilmente se puede deducir el porqué, del segundo aspecto, no pierdan de vista detalles como los orangutanes hechos de coco, la oración del pan, las casas de los adultos mayores donde trabaja la mamá de Danaé y el “Grammy gigante”.
En conclusión: sí, Sobreviviendo mis XV vale la pena. Es para poner cerebro en neutral y disfrutar. ¡Ah! Y es para toda la familia.
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