Con más de 400 películas participando anualmente, el evento cinematográfico de Toronto se convierte en un verdadero festín cinéfilo. Si a ello le sumamos las alfombras rojas, las conferencias de prensa, los cocteles y desayunos, Toronto se convierte en la ciudad que no duerme… y que vive, sólo para el cine.
De ese torbellino de ofertas, elegí las doce que más me impresionaron, no necesariamente en orden de preferencia:
1. ¡Madre! (Mother! Aronofsky, 2017) El provocador director Darren Aronofsky, sabe bien qué botones pulsar en su audiencia y nos brinda un thriller psicológico verdaderamente perturbador. Una joven ama de casa (Jennifer Lawrence) ha remodelado la vieja vivienda familiar, mientras su mucho mayor esposo (Javier Bardem), busca inspiración para una nueva obra literaria. Todo cambiará con la llegada de un viajero nocturno (Ed Harris). Aronosfky nunca ha sido tímido en torno a la controversia, y esta película no es la excepción: algunos las aman, otros la detestan. Pero nunca la olvidarán.
2. Downsizing (Payne, 2017). Experto en brindarnos personajes multidimensionales y complejos, Alexander Payne trae una cinta que mezcla comedia, drama y ciencia ficción. La trama nos cuenta que, un científico noruego ha dado con la solución a la sobrepoblación: el disminuir a las personas de tamaño, hasta hacerlas verdaderamente minúsculas. Insertos en esta aventura estarán Paul (Matt Damon) y Audrey Safranek (Kristen Wiig), pero no todo saldrá como suponen. Este trabajo nos deja verdaderamente boquiabiertos con su premisa, pero funciona. Eso y el buen, multiestelar reparto, en el que sobresale el personaje secundario de Ngoc Lan Tran, interpretado por Hong Chau, hacen que valga muchísimo la pena.
3. The Square (Östlund, 2017). Esta película fue la ganadora de la Palma de Oro de este año en Cannes, y ahora nos damos cuenta por qué: el director, Ruben Östlund, siempre da al blanco al deconstruir y mostrar la parte más vergonzosa de los seres humanos. Pero lo hace con un humor tan ácido, que no podemos menos que gozarlo. En esta ocasión, el sueco satiriza sobre el mundo del arte contemporáneo, encarnados en un venerable museo de Estocolmo y en su aún más venerable director, encarnado por Claes Bang. Involucrando conceptos como las redes sociales, la percepción y hasta las diferencias de clase, este filme provoca risas y reflexión.
4. Mary Shelley (Al Mansour, 2017). La directora saudí, Haifaa Al-Mansour, nos brinda una historia interesantísima sobre la vida de la autora de Frankenstein, Mary Shelley. Nos habla del interés poco común de una adolescente del siglo XIX, en la lectura y la creación; sus distinguidos y poco convencionales padres y su propia relación con el poeta Percy Shelley. El largometraje tiene una ambientación impecable y muy buenas actuaciones de un reparto joven y atractivo. Es un eye candy con aporte intelectual.
5. Victoria and Abdul (Frears, 2017). Otra cinta de época, pero situada a fines de los 1800, nos muestra la hasta ahora prácticamente desconocida, historia de la Reina Victoria y su relación con un criado hindú, de nombre Abdul. Aquí la trama resulta bien hilada, la ambientación impecable y sobre todo, las actuaciones, una gozada. Judi Dench se roba la película en un papel que ya había interpretado anteriormente, el de la estricta matriarca, la Reina Victoria… una reina que dio nombre a una era, pero que de acuerdo a este trabajo, también tenía su corazoncito.
6. La Cordillera (Mitre, 2017). Esta cinta argentina es un thriller político bastante entretenido, que nos cuenta cómo varios países latinoamericanos acuden a una cumbre en Chile, para organizar una nueva asociación enfocada a la producción de petróleo. Santiago Mitre logra armar un muy eficiente guión de intriga internacional, de pesos y contrapesos, que a la vez escarba en el aspecto personal de los involucrados, especialmente el presidente de Argentina interpretado por el siempre magistral Ricardo Darín. Altamente recomendable.
7. Borg McEnroe (Metz, 2017). Nos lleva al año de 1980, a presenciar aquel mítico partido de tenis en Wimbledon entre dos grandes: Björn Borg (Sverrir Gudnason) y John McEnroe (Shia LeBeouf). Lo interesante de la película es que va trabajando la tensión desde la primera escena, confrontando a los dos deportistas desde perspectivas aparentemente distintas: el cerebral sueco contra el explosivo norteamericano. He aquí un filme de desmembramiento psicológico de los personajes que a la vez, tiene un ritmo ágil y buenas interpretaciones.
8. Molly’s Game (Sorkin, 2017). Esta es la ópera prima de, probablemente, el mejor guionista de nuestro tiempo: Aaron Sorkin. Basada en hechos reales, nos cuenta la historia de Molly Bloom, quien posee un negocio de apuestas sumamente lucrativo. La trama nos lleva desde los orígenes de una chica sencilla de Colorado, hasta la mandamás de las altas esferas del negocio del juego. También nos muestra los enroques del poder, las debilidades de los apostadores y el complicado mundo de la justicia. Con Jessica Chastain como Molly –que muy probablemente, será nominada al Óscar- e Idris Elba como su abogado, este filme es de los que no se pueden perder.
9. Lady Bird (Gerwig, 2017). Otra ópera prima, pero en esta ocasión, de la actriz favorita de Noah Baumbach, Greta Gerwig. Lady Bird nos cuenta la historia de una adolescente (Saoirse Ronan), que cursa el último año de bachillerato, a quien le gusta que le llamen Lady Bird. Esta cinta, sobre el difícil proceso de madurar, toca de manera entrañable y divertida, las dificultades de ser adolescente: el tema del amor, de las salidas, las prohibiciones; el querer encajar con el grupito cool de la escuela, la incertidumbre que significa la universidad, la relación con la familia. Todo eso ya lo hemos visto en muchas otras producciones… pero aquí, los personajes se perciben auténticos y la conexión con ellos, es real.
10. The Battle of the Sexes (Dayton, Faris, 2017). Era principio de la década de los 70, y una mujer ganaba el equivalente a la décima parte del premio de un hombre en los grandes torneos. La película tiene dos vertientes: por una parte, cómo Billie Jean King (Emma Stone) y otras tenistas decidieron tomar camino por su lado, formando la WTA (Women’s Tennis Asociation) y por otra, cómo King se enfrentó al ex campeón de Wimbledon, Bobby Riggs (Steve Carell) en el partido que da nombre al largometraje. He aquí una cinta muy amena, que retrata el machismo predominante en el deporte blanco… pero afortunadamente, no se da golpes de pecho sino que utiliza mucho el humor. Buenas actuaciones y una gran ambientación setentera, contribuyen a que este sea un torneo fílmico disfrutable.
11. The Shape of Water (del Toro, 2017). Se hizo con el León de Oro del Festival de Venecia. Nos lleva al Estados Unidos de los años 50, donde una mujer muda (Sally Hawkins), trabaja de noche, limpiando unas instalaciones militares del Gobierno. Una noche, sin embargo, conoce a un extraño habitante acuático, que reposa al fondo de un estanque. La historia de del Toro, retoma su gusto por lo bizarro y los monstruos, pero al igual que en El Laberinto del Fauno, establece un vínculo muy estrecho entre uno de estos seres fantásticos y una persona común, más no corriente. Con una estética muy peculiar, de colores azulosos, esta es una historia de amor, melancólicamente feroz.
12. C’est la vie! (Nakache, Toledano, 2017). Se nota que esta comedia fue dirigida por los cineastas responsables de Intouchables (2011): una feel good movie con un toque ácido. La historia nos lleva a la vida de un pequeño empresario (Jean- Pierre Bacri), quien posee un negocio de catering para bodas. La boda de ese día en cuestión, en un bello palacio del siglo XVIII, es de un cliente pesadilla; y como suele suceder en las comedias de situación, todo parece salir mal. Sin ser una joya de la cinematografía, esta película francesa cuenta con un elenco muy carismático y varias buenas puntadas. En suma, cumple con su objetivo… y salimos de verla, divertidos y contentos.