El cineasta español Albert Serra está de regreso con Pacifiction, su nueva película que estrena en México, y la cual mezcla drama y suspenso.
Pacifiction, la nueva epopeya de 135 minutos de Albert Serra, es una especie de mezcla entre Apocalipsis ahora (1979), las primeras películas de Alan J. Pakula y Noroît (1976), de Jacques Rivette. En pocas palabras, la mágica continuación de Liberté (2019), del propio Serra, es un experimento dramático, cargado de suspenso y hasta cierto punto, encantador.
“No creo que la película sea sobre algo concreto. Pero son pequeñas observaciones sobre personas humanas, sin ideología, sin querer decir nada sobre el colonialismo. Todo está ahí, pero sin un propósito claro. Siempre trato de ser libre y no tener ningún cliché sobre los pobres indígenas que fueron jodidos por los colonialistas”, reflexiona Serra en una entrevista con Filmmaker Magazine.
“Probablemente sea cierto, pero me importa una mierda hacer esa película, no es útil saberlo ya y simplificarlo. Así que como estoy totalmente libre de eso, creo que lo que queda son pequeñas observaciones que son útiles. Para mí fue suficiente, con un toque a veces humorístico, que me gusta, a veces al borde de lo políticamente incorrecto. Un poco de provocación, pero muy ligera, muy dulce”.
Para estar más claros, Pacifiction nos presenta al Alto Comisario de la República, De Roller (Benoît Magimel), representante del Estado francés. Un hombre calculador y de modales impecables. Tanto en las recepciones oficiales como en los establecimientos del hampa, De Roller toma constantemente el pulso a una población de la que puede surgir la ira en cualquier momento.
“El conflicto arriba cuando un rumor se hace recurrente: se ha avistado un submarino cuya presencia fantasmal anunciaría el regreso de las pruebas nucleares francesas”, se adelanta en la sinopsis oficial, aunque un poco enigmática, del filme.
Albert Serra explota su estilo en Pacifiction
En la narrativa en constante expansión de Pacifiction, el personaje de Benoît Magimel se pavonea por Tahití, se involucra en disputas locales y se vuelve cada vez más paranoico sobre si su gobierno está ocultando submarinos nucleares frente a la costa.
Después de estrenarse en la competencia de Cannes en mayo del año pasado, Pacifiction se abrió camino entre varios festivales de renombre hasta llegar a FIDMarseille, donde fue la pieza central de la retrospectiva de siete partes “Albert Serra en libertés!”.
“Nunca miro a la cámara, porque las tomas son muy simples de alguna manera. Hay un director de fotografía, dos operadores de cámara y tres cámaras. El director de fotografía opera una cámara. No hay asistente. El director de fotografía y los operadores de cámara se encargan de sus propias cámaras y lentes.
“Todos los días, desde el comienzo del rodaje hasta el final, ponen todo en la habitación del set. Nos comunicamos un poco en la escena y, a veces, uno de ellos puede llamarme y decirme: ‘¿Qué te parece esto? ¿Te gustaría un primer plano o algo abierto?’ Pero es bastante raro que ocurra, 10 o 15 por ciento del rodaje”, explicó Serra sobre su peculiar estilo de rodaje.
Entre otras cosas, Pacifiction, que podrás ver en salas nacionales a partir de este 12 de abril, resalta por sus locaciones exóticas en Tahití, sus arriesgadas tomas, su edición y sus reflexiones de fondo. Todo lo que uno podría esperar de una película de Albert Serra.
“Evito los clichés en todas las cosas, pero con las imágenes y la decoración, me gustan los clichés. Quería hacer esta película como una postal o incluso peor que una postal. Aplicamos mucha saturación a los colores, incluso empujando hacia el lado falso de los colores y muy artificiales con la naturaleza y el sol”.
