“A veces duele”, aseguró el actor.
Adam Sandler es un referente de la comedia contemporánea, pero a diferencia de muchos otros, su trabajo nunca ha sido plenamente aceptado por la crítica. De hecho, los comentarios al respecto suelen ser extremadamente duros. ¿Cómo enfrenta el actor esta situación? No ha sido sencillo, pero ha aprendido a hacerlo.
“A veces duele”, confesó en entrevista [vía], ya que está consciente también de que ha cometido “muchos errores tontos” que han afectado a las personas que trabajan con él. Y le duele que su trabajo se vea dañado por la reputación que tiene el comediante con la crítica.
“Principalmente porque invito a todas estas personas increíbles que me importan a hacer películas conmigo, y desearía que no tuvieran que leer sobre lo que sea que hayamos hecho. Pero no me preocupo demasiado”.
La razón por la que puede desestimar las críticas con facilidad es porque sigue los consejos que le dio su padre hace mucho tiempo, ya que le enseñó a entender sus emociones y seguir adelante. En la misma entrevista, compartió una conversión que tuvo con él y que lo marcó por siempre.
“Siempre recuerdo algo que decía mi padre. Era un tipo duro. Pasó por altibajos en su vida, como no tener trabajo durante un año o dos y no decirnos nada. Recuerdo una vez que algo no me salió bien” comentó el actor en la entrevista, refiriéndose a una audición que no salió bien y que lo perturbó mucho.
‘Adam, no siempre puedes ser feliz. La gente no siempre te va a gustar. Vas a fallar’. Le dije: ‘Pero sólo quiero ser feliz. No quiero toda esa otra basura’. Y Él dijo: ‘En realidad, no sabrás que eres feliz si no sientes esas otras cosas’.”
Es evidente que Adam Sandler supo sacar provecho de estas palabras. Esto puede apreciarse en la capacidad del actor para sacarnos tantas sonrisas a través del tiempo. También algunas lágrimas, pues se trata de alguien que más allá de los encasillamientos, no ha dejado de sorprendernos con algunas incursiones al drama. ¡Y lo que falta!
Puede que Adam Sandler tenga altas y bajas, pero si hay algo que nos ha dejado muy en claro es que –y como dice una de sus películas más icónicas– siempre hay tiempo para reír.
