La que Ridley Scott considera una de sus mejores películas ha batallado por conquistar al público.
Aunque Ridley Scott suele figurar entre los maestros de la ciencia ficción, el británico siempre ha mostrado bastante interés por el cine medieval y caballeresco, ya sea desde la perspectiva realista o fantástica. Sin embargo y siendo completamente sinceros, sus incursiones en este terreno no han sido las más afortunadas con Leyenda, Cruzada y ahora El último duelo que ha recaudado $28 MDD con un presupuesto inicial de $100 MDD. A diferencia de las dos primeras, que no gozaron de las mejores críticas, esta última cuenta con un 85% de aceptación en Rotten Tomatoes, por lo que el cineasta no dudó en atribuir la pobreza de sus números a un segmento de la población: los millennials.
“Lo que tenemos hoy es al público que se crió con esos malditos teléfonos móviles. Los millennials, que nunca quieren que se les enseñe nada a menos que sea en sus teléfonos”, aseguró el cineasta. “Estamos en una dirección equivocada, es algo que pasa cuando se le ha dado el tipo de confianza equivocado a esta última generación”.
El último duelo nos traslada al siglo XIV para abordar la historia de una noble francesa que acusa de violación a quien fuera el mejor amigo de su esposo, lo que resulta en un duelo a muerte que decidirá el destino de los tres. Más allá del estupendo trabajo de su tercia estelar, integrada por Jodie Comer, Matt Damon y Adam Driver, la película sobresale por estar contada desde tres puntos de vista distintos.
Puede que señalar a los millennials por la tibia taquilla de la cinta sea una acusación precipitada. Después de todo, los efectos de la pandemia aún se resienten en la industria cinematográfica y el grueso de la cartelera ha batallado por siquiera acercarse a los números anteriores al coronavirus. Sin embargo la decepción del director es comprensible si consideramos que en el pasado Festival de Cine de Venecia describió a El último duelo como “una película desafiante que en mi opinión arroja luz sobre un tema importante, creo que es una de mis mejores películas”.
La buena noticia es que más allá de los éxitos y los tropiezos, la personalidad de Ridley Scott siempre le ha motivado a mirar al frente. O como él mismo dice, “aprendí muy pronto a ser tu propio crítico. Lo único sobre lo que debes tener una opinión es sobre lo que acabas de hacer. Aléjate. Asegúrate de ser feliz. Y no mires atrás”.
Es por esto que el británico ya trabaja en su próxima película, Kitbag, que protagonizada por Joaquin Phoenix y la propia Jodie Comer, se centrará en la siempre controvertida figura de Napoleón Bonaparte. Sus ambiciones no terminan ahí, que una vez concretado el proyecto empezará a trabajar en su anhelada y muy sonada secuela de Gladiador. Y más allá de los proyectos venideros, siempre está la posibilidad de que el tiempo haga justicia a El último duelo, un fenómeno más común de lo que pensamos y que ya fue experimentado por el propio cineasta con Blade Runner, que abrió con desencanto y hoy figura entre los grandes clásicos cinematográficos de todos los tiempos.
