Cómo se hizo… El Gran Showman

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“Me encanta la música,” “Hugh Jackman está espectacular”, “Salí feliz,” son algunos de los comentarios que se escuchan, de los que han visto El Gran Showman. No por nada, esta película ha recaudado más de 200 millones de pesos en taquilla.
Pero, ¿Qué hay detrás de esta exitosa producción? Aquí les contamos cómo se llevó a cabo y cuál es la verdadera historia del showman en cuestión, el famoso cirquero, P. T. Barnum.

Jackman presenta en los premios de la academia e inspira a Mark

1. Nace la idea:

Era la ceremonia de los Premios de la Academia 2009 y Laurence Mark era el productor del evento. Mark vio a Jackman presentar con mucha gracia e intercalando momentos musicales entre premio y premio… y se dijo, refiriéndose a Jackman: “este cuate es un auténtico showman”. Esto le recordó la trayectoria del famoso P. T. Barnum, empresario cirquero de renombre.
A raíz de eso, un foco se prendió, una idea surgió y Mark se acercó a Jackman para ofrecerle hacer un musical sobre ese personaje. Para su sorpresa, Hugh aceptó de inmediato.
Tuvieron que pasar 7 años para que se empezara a trabajar un guión escrito por Jenny Bicks; decidieron incorporar a Bill Condon, amigo de Jackman, pues querían una película con más contenido musical… Condon había adaptado con gran éxito al cine los musicales de Chicago y Dreamgirls y lo que se necesitaba era un musical que estuviera acorde a los gustos modernos. La suerte estaba echada.

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2. El tema: ¿Quién fue P. T. Barnum?

Algo interesante para darle mayor dimensión histórica a este largometraje, es conocer la verdadera historia de Phineas Taylor Barnum. Este hombre, nacido en la pobreza, tenía una ambición enorme y era un extraordinario vendedor. Él fue uno de los primeros en fabricar el concepto de estrella del espectáculo, al lanzar una gran campaña publicitaria para Jenny Lind “El ruiseñor sueco”, que en la película es interpretada por Rebecca Ferguson.
Pero el retrato que hace Jackman de Barnum es mucho más positivo, que en lo que realidad fue este personaje: pese a que en la película se le muestra como el campeón de los raros y los freaks (haciendo que no se sintieran avergonzados de sí mismos), la realidad no era tan simple. Es cierto que le quitó en parte, el estigma a los espectáculos que exhibían a personas consideradas diferentes por sus características físicas (la mujer barbuda, el enano, el “Hombre Lobo”), pero no era un hombre intachable: se sabe que compró a una esclava ciega y la hizo pasar por la nana de George Washington… una mujer de supuestamente 161 años, cuando en realidad tenía 80.
Lo que sí tenía P. T. Barnum –quien por cierto, tenía 60 años (mayor que en la película) cuando inició su circo- era una enorme visión de negocios y de brindar un auténtico espectáculo a su audiencia.
No sólo Jenny Lind se volvió en un personaje muy famoso por mediación de este showman: el pequeño General Tom Thumb tuvo una de las bodas más famosas del siglo XIX. Obviamente fue Barnum el que organizó la promoción del evento.
También supo capitalizar muy bien el dinero de su afluente esposa, aunque tristemente, sus últimos días no fueran tan exitosos y Barnum perdió gran parte de su fortuna.
Pero hay que resaltar: este trabajo fílmico no es precisamente una biopic: toma lo mejor del personaje y lo capitaliza para lograr un filme que buscaba inspirar.

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3. El director:

Michael Gracey es un cineasta australiano, quien se había dedicado principalmente a hacer videos musicales y comerciales. Ésta es su ópera prima, pero lo interesante es que el director llegó a reunirse con los productores con ideas bastante claras de cómo quería desarrollar la película.
Muy enfocado en la narrativa visual, Gracey contaba con una serie de bocetos ya muy avanzados sobre cómo ideaba el filme. El australiano contagió su entusiasmo a los productores.
Quizá tuviera que ver, que el propio Gracey estaba muy convencido de la filosofía de Barnum, de hacer la vida lo más emocionante posible. El director afirma que una de las peores enseñanzas para un niño es la palabra “imposible”. Gracey asegura que si algo se le puede aprender a dicho personaje histórico, es no poner límites a la imaginación. Y el hecho de lograr resiliencia: se puede pasar mucho tiempo intentando hacer algo, pero es una manera de estar más cerca de alcanzar los sueños. Y vaya que si lo logró: la película ha sido un éxito en taquilla y cuenta con una nominación en la Academia y un Globo de Oro, ambos reconocimientos por Mejor Canción.

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4. El elenco:

El extenso elenco es muy atractivo y se nota una química, un rapport entre ellos. Sin embargo, es innegable que la película no sería la misma sin la presencia del actor principal: Hugh Jackman. Jackman reúne varias características que lo hacían perfecto para el papel: tiene una gran gracia para moverse, una buena voz, atributos para la comedia… y además, ese aire de hombre de familia, tan necesario para el personaje. Y viendo el largometraje es indudable que no se equivocaron. Realmente exuda entusiasmo y domina con su presencia la pantalla.
Quizá tuviera que ver que Jackman estaba convencido del mensaje que quería comunicar la historia: el que no siempre tienes que encajar, que puedes ser diferente, puedes ser tú mismo. Él aplica esta filosofía con sus hijos adolescentes.
Por otro lado, Jackman se mostró tan entusiasmado con este proyecto que se estableció como el líder del mismo, llevando la batuta en todos los ensayos. Convaleciente de una cirugía menor, tenía prohibido cantar, pero la música era tan contagiosa que no pudo resistirlo. Claro que se le abrieron los puntos.
En cuanto a otros actores, está también Michelle Willliams, cuatro veces nominada a los Premios de la Academia; ella interpreta a Charity, la esposa de Barnum. El director Michael Gracey afirma que Williams puede ser dura y delicada, algo difícil de lograr. También que Michelle aportó y enriqueció el aspecto dramático, tan necesario para balancear las partes musicales.
Aparece el galán Zac Efron, que da vida a Philip Carlyle. Él es un hombre sofisticado de teatro que renuncia a una vida entre la crema y nata de la sociedad para unirse al circo —y se convierte en el protegido de su director, Barnum. Carlyle se enamora de Anne Wheeler, interpretada por Zendaya, la trapecista audaz. El compositor Justin Paul comenta: “Zac y Zendaya son una pareja dinámica que quedará para la posteridad. Como joven que es, Zendaya es muy poderosa y tiene una ética laboral impresionante. Y Zac cuenta con este atributo de estrella de cine que sólo ciertas personas en la Tierra tienen, pero también es súper divertido y tiene una voz sobresaliente”. Es verdad, la química entre ambos, llama la atención.

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5. La música:

Este último punto es clave para entender la película. Los compositores de las canciones son Benj Pasek y Justin Paul, los mismos de La La Land, merecedores de un premio Oscar por su trabajo en dicho filme.
La comisión era componer canciones que tuvieran referencias de pop y rock, pero también de musical de Broadway moderno. Era un reto mezclar todos estos diferentes estilos para lograr una música inolvidable y pegajosa, algo que en palabras de estos músicos, la gente pudiera escuchar y cantar en el radio.
Ellos son unos convencidos de que la música comunica cuando nuestras palabras no pueden: habla en los momentos felices y en los tristes, en los alegres y melancólicos. Pero con el fin de poder transmitir lo que sucede en ese mundo mágico del espectáculo que Barnum quería lograr, se necesitaba mucha alegría y entusiasmo, que los compositores imbuyeran a la música con esas emociones.
Algo muy interesante es que la película se ensayó como si fuera una puesta en escena en Broadway: los compositores recuerdan que el reparto fue increíblemente profesional, ensayando tres o cuatro horas seguidas, sus canciones. La idea era obtener las mejores interpretaciones posibles y que toda esa energía se reflejara en pantalla.
Curiosamente, los músicos estaban atorados con “The Greatest Show” la canción inicial de la cinta y fue Gracey, el director, quien tocó un ritmo y con ello pudieron avanzar. La idea era que “la gente dejara de comer palomitas y pensara: ¿qué va a pasar?”
Lo mismo sucedió con la canción más icónica, que está nominada en la Academia y ya ganó un Globo de Oro: “This is Me”. Es una canción con tintes de himno que les tomó varios intentos: “Nos dimos cuenta de que necesitábamos el poder crudo de una voz femenina muy intensa para expresar la importancia de aprender a amarte, de empoderarte, incluso cuando todo el mundo te dice que no mereces ser amado”, comenta Pasek. “Cuando pensamos en ello de esa manera, la música y la letra comenzó a fluir”. Paul continúa: “Nos inspiramos mucho en canciones pop actuales, algo que podrías escuchar de Katy Perry, Kelly Clarkson o Pink —mujeres con poder y autoridad que pueden transmitir un mensaje de manera contemporánea, y eso es exactamente lo que Keala Settle nos brindó con su interpretación”.
Otra canción muy llegadora es la que interpreta Jenny Lind: “Never Enough”. La voz en realidad no es de Rebecca Ferguson, sino de Loren Allred, concursante de The Voice. Es romántica y poderosa.
Claro que todas estas canciones tienen un perfecto acompañamiento en la banda sonora de John Debney, nominado a los Premios de la Academia. Los propios Pasek y Paul afirman que Debney creó una paleta musical que encajaba de manera imperceptible con sus canciones.

Todos estos elementos confluyeron para traer una de los largometrajes más queridos de los tiempos recientes, entre el público mexicano. Y no puedo estar más de acuerdo: El Gran Showman nos saca de la cotidianeidad para darnos, un pedacito de felicidad.

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